Un penalti transformado por Yago en el minuto 93 dio el primer punto del curso al Ribeiro y privó de la victoria a un Nogueira que se veía vencedor
El derbi de A Tella acabó en un empate que dejó diferentes sabores, el amargo para los locales, que se habían adelantado en el marcador con un soberbio tanto de Dani Vázquez en el minuto 76, y el dulce para el Ribeiro, que igualó con un penalti transformado por Yago en el minuto 93.
El partido comenzó sin dueño. El Nogueira trató de llevar el control pero el Ribeiro no solo estuvo muy cómodo si no que además fue el que consiguió crear peligro. Primero un aviso, con un despeje en propia meta que atajó sin problema Miguel, y la segunda mucho más clara, al ganar Ismael la carrera al lateral en un saque en largo y plantarse solo ante Miguel aunque el portero del Nogueira solventó sacando el balón con los pies. La última llegada visitante en esta secuencia inicial de ocasiones fue un lanzamiento desde fuera del área de Quique que se marchó alto.
El Nogueira reaccionó. El balón dejó de hacer viajes largos para empezar a pasar por la medular y el equipo lo agradeció. Los locales pasaron a llevar la manija pero enfrente estaba un Ribeiro que hizo del orden defensivo una de sus mejores armas. El primer 'uy' llegó en el minuto 27, con un centro-chut de Alberto que tomó una parábola que pasó rozando la escuadra de la meta de Juan.
Aún así, el dominio no fue claro. Unas veces por falta de velocidad en la circulación del balón y otras por déficit de precisión, el Nogueira fue incapaz de hacer daño a un Ribeiro que seguía sin mostrar fisuras defensivas. Para entonces los locales ya estaban contrariados por el árbitro por dos tarjetas recibidas mientras el Ribeiro ofrecía como único argumento ofensivo los pases en largo buscando a Isma y a un Bruno Villar desesperado que intentaba de forma infructuosa explicar a sus compañeros la forma de atacar.
El partido llegó al descanso con un empate sin goles justo, con el Nogueira buscando ser dueño y el Ribeiro sin pasar apuros y tratando de meter el miedo a su oponente.
Sin cambios notables
El paso por vestuarios no sirvió ni para envalentonar al equipo de Alberto Ecay ni para descentrar al de José Luis Vázquez. Y es que el Nogueira siguió sin encontrar la pausa necesaria para encerrar en su campo a un Ribeiro que esporadicamente se acercaba con intención al área local.
Superado el primer cuarto de hora de la continuación el partido estaba totalmente atascado, con la sensación de definirse exclusivamente con algún jugador de refresco o por algún error. Y entonces se juntaron ambos supuestos: pase entre líneas que la defensa del Ribeiro no logró despejar y el balón llegó a Guille Salgado, que apenas llevaba un par de minutos sobre el campo, para rematar de lado solo ante Juan. Pero el gol no llegó pues el portero sacó con los pies la mejor ocasión local hasta el momento.
Apenas dos minutos después, otra igual de clara. Centro desde la izquierda y el remate de cabeza de Dani Vázquez, con Juan ya superado, se marchó rozando el palo. En ese momento el Nogueira sí estaba ejerciendo de dominador del encuentro, más por empuje y sobre todo por el bajón físico del Ribeiro que por lograr concretar juego combinativo.
Y llegó el gol local. Saque de banda, el balón llegó a Dani Vázquez que hizo con la pared en el pico del área y desde la frontal realizó un toque genial con el interior de la bota derecha para alojar el balón en la portería del Ribeiro: 1-0 en el minuto 76.
Con un cuarto de hora por delante el Ribeiro se vio obligado a estirarse en busca del empate, pero no tuvo fuerza para ello. Un saque de esquina en el último minuto fue la única opción, y casi por casualidad, pero suficiente para sacar tajada. Para desesperación de los jugadores, el técnico y los aficionados locales, el árbitro estimó que Alberto tocó con la mano al intentar despejar el balón y señaló un penalti que transformó Yago en el definitivo 1-1 después de no engañar al meta Miguel pero superarle por alto. El Ribeiro estrenaba de esta manera su cuenta de goles y también su tabla de puntos. Empate con sabor diferente en A Tella.
