Un empate como mal menor para el Ourense CF

Final del partido en O Couto y dos equipos que se lamentaban camino de los vestuarios el no haber logrado una victoria que los dos consideraban que habían merecido. Pero eso no puede ser ya que solo uno sale vencedor de los partidos. Seguro que cuando salieron de la ducha, ya más en frío, los dos dieron por bueno el punto conseguido, que siendo sinceros, igual es lo más justo por méritos realizados por unos y otros.

Cierto es que los dos equipos comenzaron con buen trato a la pelota en un campo que, pese a la mucha agua caída presentaba buen aspecto, aunque poco a poco se fue deteriorando, pero que en líneas generales aguantó bien. El primer aviso lo dio Antón Escobar a los nueve minutos, pero Diego García salvó el tanto visitante con al sacar una pierna que desvió el esférico. La réplica local fue una media volea de Edu Otero a los 20 minutos y un tiro de Martín Lamelas a los 29 que se marchó fuera. Poco más que contar.

Los goles

Pero como el fútbol es imprevisible y esa es su grandeza en los siete minutos finales de la primera parte llegaron los dos goles y fueron los minutos más entretenidos.

En el minuto 38, un centro sin aparente peligro, como muchos de los que hubo y que las defensas despejaban sin mayores apuros, Bruno Pascua fue más listo que su defensor y anticipándose supero al meta Javi Liz y marcó el 1-0.

Y cuando parecía que se iba llegar al descanso con ventaja ourensana, un saque de esquina en el minuto 44 lo remató el centrocampista Luis y subió el 1-1 al marcador. Y sería definitivo.

Diego salvo los muebles

En la segunda parte, a mayores de los numerosos balones colgados en el área desde las bandas, que es el recurso fácil para sacársela de encima, poco más que contar. Un tiro de Róber que se marchó fuera y una pena máxima cometida por Pablo Pérez que el meta Diego García le detuvo al delantero visitante Antón Escobar. Y en el tramo final, no perder el punto que tienes conseguido, que vale mucho.