Jesús Rodríguez Muiños jugó en todas las categorías del fútbol, desde Primera División a Tercera Regional, siempre con un "gusanillo" lleno de ilusión
La primera vez los nervios te pueden. Pero una vez dentro del campo todo es diferente. Todo es más natural. El primer partido de Jesús Rodríguez Muiños, más conocido en el argot futbolístico como "Carolo", lo recuerda perfectamente: "No primeiro partido que xoguei co Sar apalizaron ao árbitro. Rompéronlle as costillas. Mentres, eu estaba nunha esquina como se non quixera mirar. Tiña 15 anos".
Para sacarle más anécdotas, solo hay que encender la mecha: "Cando éramos pequenos, había un campiño moi feito en Extramundi. Pero, claro non era noso. Tíñamos controlado o dono e sabíamos a que horas podíamos ir e a cales non. Alguna vez, sorprendeunos e roubounos o balón. Tíñamos solo un, así que viñamos de volta para casa". La picardía de Carolo era un don que exteriorizaba de forma permanente: "Houbo unha temporada no Sar que xogamos tres irmáns (Chalo, Luis y Carolo) e recordo moi ben unha falta que me fixeron e eu simulei un pouco. O defensa puxose a falar moi preto e chegou o meu irmán dicíndolle 'Tócalle, veña tócalle, se tes ovos chuliño". En el Sar-Extramundi empieza el caso de Carolo. Un carrera con parada en todas las categorías del fútbol español. Con su primer equipo marcó más de 20 goles, con solo 16 años.
Con esos números el que sonó fue el telefónico. Era el Real Madrid: "Non recordo nada daquel momento. Solamente a moitos xogadores facendo exercicios de técnica individual".
Esa prueba le abrió las puertas del Celta de Vigo. Empezó con los juveniles, alternó con el Gran Peña y el Celta B hasta que pasado un tiempo Mirolad Pavic pensó en él para el primer equipo vigués: "Las circunstancias fueron las que me llevaron a Primera División. Pero recordo moi ben o quecemento en San Mamés e sobre todo os minutos que tiven. Xa íbamos perdendo 2-0 cun equipo que era superior. Era o líder".
De Futre a Dertycia
Carolo prefería jugar, dejar de ser suplente, aunque tuviese que bajar alguna categoría. Y del Celta llegó al Lugo. "Na primeira tempada no Lugo, caeume o pelo. Decían que era polos nervios, pero non creo que fora así. Tomei unhas medicinas naturales e pasouseme. Despois, caeume por zonas e xa o deixei así". Mientras explica esa sensación pasa la mano por la cabeza, como añorando viejas cosas. Y es que a Carolo le conocían como "Futre". El pelo largo, rizo, moreno y fuerte. "Pasei de ser Futre a Dertycia", bromea. Lo que no cambió fue su efectividad.
Pero no todo son celebraciones. Hay momentos difíciles. "A xente pensa que os futbolistas son soamente o que se ve sobre o céspede. E non é así. Hai moito máis. Tivemos que sufrir impagos no Lugo e tamén no Lalín. Mentras vas cobrando, vas apartando algo para aforrar". Eran otros años en los que con el fútbol, "se podía vivir". Otra época en la que el control sobre el resultados dependía, a veces, de maletines. "Nos tivemos un amago de amaño. Cando estaba no Lugo si que se falou nos adestramentos e no vestiario de deixarnos perder un partido. Non se falou, a xente falabao, pero ninguén aceptou. Sen embargo, sí que nos primaron por gañar ese partido".
Goles en Ourense
Tenía una oferta del Ejido sobre la mesa después de marcar más de 20 goles con la Cultural Leonesa. "Estaba casi todo pechado pero recibín a chamada de Plácido (expresidente del Ourense CF). Apareceu o día seguinte en Padrón e consensuamos o contrato". A partir de ahí, Ourense fue su hogar. Taboadela, Vilamarín, APeroxa, Cea, Bentraces, Atlético Vilariño, Paderne, Razamonde y... "estou adestrando con algún equipo, pero inda non fichei".Lo dice riendo. Con la misma pillería con la que evitaba al dueño de aquel campo en Extramundi.
No olvida las experiencias que el fútbol le ha dado, ni su historia en el fútbol español. Aquel niño que soñaba con ser futbolista y jugar cada domingo. Sigue dentro. Como aquella primera vez.
