CLIO RAID 2015

“Hay que vivirlo, volvería
 a empezar ahora mismo”

photo_camera Luis Aragonés y David Ferrer, recién llegados de la Clío Raid en Marruecos.

Los ourensanos Luis Aragonés y David Ferrer regresaron ayer de la Clío Raid de Chus Puras en el desierto de Marruecos

A media tarde llegaban a Ourense. Diez días después de iniciar un raid en Marruecos liderado por el expiloto de rallys Chus Puras. La Clío Raid fue un éxito de participación y una aventura inolvidable para los dos representante ourensanos, Luis Aragonés y David Ferrer.

¿Cómo es el día después?

Luis Aragonés: Con ganas de llegar a tu cama y ver a tu gente.

¿Fue duro?

David Ferrer: Físicamente llegamos muy bien. La verdad es que teníamos algo de miedo a pasarlo peor pero recuperamos bastante bien en cada jornada. Dormías pocas horas pero eran suficientes. Podría volver a empezar ahora mismo.

¿Volvería Luis?

L.A: Sin dudarlo. Volvería y lo haría encantado con la misma persona con la que he ido. Nos conocemos desde hace muchos años. Ha sido un placer realizar esta aventura juntos.

¿Tocará consultarlo?

L.A: Sí, eso es cierto. Tienes cinco nietos y también quieren estar contigo y tú con ellos. Veremos lo que pasa el año que viene pero volveremos.

¿Qué es lo que más marca en una aventura como esta?

D.F: Te deja marcado y sobre todo por lo que allí te encuentras. Esta gente vive en el siglo XIV.

¡Qué fuerte eso!

D.F: Hay que verlo para entenderlo. No vale de nada explicarlo porque hay que vivirlo. Esa gente vive sin nada. Come dátiles, huevos y algunas hierbas que tienen por allí. Viven con tres alimentos.

¿Así etapa a etapa?

D.F: Sí, todos los días. En el norte ves algo de agricultura pero luego, cuando te acercas al desierto, ya es otro mundo. Allí no tienen nada y cualquier cosa es para ellos un tesoro.

Imágenes imborrables

L.A: Se supone que los niños van a colegio pero luego no es así porque los padres los necesitan para que trabajen con ellos. Niños con unas caries monstruosas y niñas de cuatro años que estoy seguro no les habían lavado el pelo en su vida. A los niños les hacías una caricia o los cogías en el 'colo' y notabas que no se lo habían hecho nunca. Era una sensación increíble. Son caras que no olvidaré nunca y que me hacen querer ir en cuanto pueda.

¿Antes de la próxima Clío Raid?

D.F: Sí. Tengo que hablar con mi mujer pero mi idea es reunir a cuatro o cinco amigos e ir con coches de aquí a vivir todo aquello de nuevo. Parabas en los poblados 15 minutos y seguías el trayecto pero me gustaría poder pararme, poder estar con ellos más tiempo.

¿Algún detalle impactante?

L.A: En una ocasión una niña cogió una botella de agua ya vacía y la abrazaba como si fuese un regalo. Es algo increíble. Lo que tú tiras ellos lo necesitan. Lo utilizan para ir a por leche a casa de un vecino que vive a cinco kilómetros o para traer lejía del pueblo que está a 20. Al tener un recipiente con el que traerlo se ahorran ese dinero. Luego te quedabas atrapado con el coche y de la nada salían diez niños que te ayudaban sin dudarlo y no querían que les dieses dinero. Les dabas cualquier detalle y ya eran felices.

¿Y de la parcela competitiva?

D.F: La prueba está hecha para que puedas probarte en todas las condiciones posibles. Te encuentras con tierra, piedras, dunas... un poco de todo. Luego vas por una carretera nacional y no pasan dos coches. Si te cruzas con un camión te apartas y que sea lo que Dios quiera.

¿El coche?

L.A: Aguantó perfectamente. Además allí los mecánicos son como los de antes. Tuvimos un único problemas realmente importante y lo arreglaron con unas tiras. Pensamos que no aguantaría y tiró sin problema tres días.

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