El equipo castellano, rival el domingo del Ourense en la penúltima jornada de Liga en Segunda B, lleva tres años logrando la permanencia a última hora

El Zamora, acostumbrado a sufrir

Roberto Aguirre, entrenador del Zamora, dirigiéndose a sus jugadores en O Couto en la primera vuelta. (Foto: JOSÉ PAZ)
No es muy aconsejable pues la cuerda puede romperse en cualquier momento, como le pasada a Club Deportivo Ourense hace cinco temporadas, pero si hay un equipo en los últimos tiempos en la Segunda B acostumbrado a moverse al filo del abismo ese es el Zamora Club de Fútbol, que recibe pasado desde las 18,00 horas en el estadio Ruta de la Plata al Ourense.
Afronta su vigesimosegunda participación en la categoría, las 14 más recientes de manera consecutiva, y en las tres últimas logró la permanencia a última hora. En la campaña 2009/2010 lo hizo en la última jornada, ganando a la Ponferradina. En la 2010/2011 certificó su continuidad en Segunda B en la penúltima jornada, después de otro triunfo ante los aragoneses de La Muela. Más difícil le resultó el año pasado, cuando necesitaron ganar en el Helmántico al Salamanca (1-2) en la última jornada para mantener la categoría.

Los zamoranos buscan el más difícil todavía, pues si complicado lo tuvo los pasados cursos en el actual la situación es mucho más delicada. Ocupa plaza de descenso directo, al ser cuarto por la cola con 37 puntos, a tres del Sanse que está en promoción de permanencia y a cinco de un Guijuelo que marca la frontera de la salvación, pero el problema es que sólo están en juego seis puntos y su margen de maniobra es mínimo a pesar de que gana el coeficiente particular al Sanse y lo empata con el Guijuelo.

Además, lo extradeportivo tampoco está ayudando demasiado en Zamora. A los jugadores les adeudan cuatro nóminas y una sentencia del lunes del Juzgado de lo Social de Zamora declaró nulo el despido de Alberto Parras, secretario técnico de la entidad, y obliga al club a readmitirlo pagándole el salario de los tres meses desde que fuera despedido improcedentemente. Los esfuerzos por ahorrar de la gestora que lleva las riendas del club zamorano y preside Isaac Macías caen en saco roto.

Roberto Aguirre, desde el 5 de enero de 2011 el entrenador del Zamora, reconoce que 'la permanencia está muy difícil pero como todavía tenemos opciones nuestro deber es intentarlo hasta el final. ¿Esperando como agua de mayo a un rival como el Ourense para ganar? No es un dato que utilicemos como aliciente para buscar una victoria. Nosotros nos jugamos mucho más que el Ourense y creo que más que pensar en la dinámica del rival debemos buscar lo mejor de nosotros mismos ante la necesidad tan grande que tenemos de ganar'.

Aguirre añade que 'somos conscientes de lo importante que es llegar hasta el final con opciones y por ello tenemos el convencimiento de sacar esta delicada situación adelante. Es cierto, no dependemos de nosotros mismos y tenemos que estar pendientes de lo que hagan Sanse y Guijuelo, pero nuestra obligación es ganar para intentar meter presión a los oponentes'.


SIN EXPLICACIONES

El Zamora es el rey del empate, con 22 en 36 jornadas. Aguirre no es capaz de explicar esta situación: 'Por muchas vueltas que le dé no encuentro la causa para empatar tanto. Sí, mostramos un buen nivel competitivo con casi todos pero no nos llega para ganar', añade.

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