FÚTBOL

El Barcelona se asegura un sitio en Lisboa

Los jugadores del Barcelona celebran uno de los tres goles anotados ayer en el Camp Nou (EFE).
photo_camera Los jugadores del Barcelona celebran uno de los tres goles anotados ayer en el Camp Nou (EFE).
El equipo azulgrana batió al Nápoles y se mete en la fase final de la capital portuguesa

El Barça más práctico y con más puntería del curso no dio opciones al Nápoles al que ganó por 3-1 y se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones, ronda en la que le espera el viernes el Bayern de Múnich, que ayer volvió a golear al Chelsea (4-1 tras el 0-3 de la ida). Fue un partido atípico. Los azulgrana fueron efectivos, pero no efectistas. Supieron jugar sus cartas y anotaron dos goles en las primeras dos aproximaciones al área de Ospina (Lenglet y Messi) con lo que cimentaron su clasificación.
La posesión de los de Gattuso llegó al 20-80 en los primeros diez minutos, lo nunca visto ni en el Camp Nou ni lejos de él. Pero ese Barça de las dudas, frágil y sin pegada en la recta final de LaLiga, supo gestionar bien el partido y se transformó. Ante la falta de creatividad, jugar más en transiciones y aprovechar las jugadas a balón parado. En el primer remate sobre la meta de Ospina, a la salida de un saque de esquina, Lenglet se deshizo de Demme y marcó el 1-0 en el minuto 10.

El Nápoles, que en la ida jugó al gato y al ratón, cayó en su propia trampa. Tenía el control, pero el Barça era letal. Sin Busquets ni Arturo Vidal, sancionados; Rakitic hizo de mediocentro, De Jong leyó muy bien el partido y Sergi Roberto cumplió.  En el segundo remate a puerta, llegó el 2-0 para los azulgrana. Messi, en una acción en la que a trompicones se llevó el balón entre cuatro rivales y remató cayendo a la red en el minuto 23.

Siete minutos después, los de Setién podían haber certificado el pase a la fase final de Lisboa. Después de una gran acción colectiva, Messi controló y batió a Ospina, después de un excelente centro de De Jong. El árbitro, previa consulta con el VAR, anuló el 3-0 por mano del diez del Barça. El VAR tuvo que volver a intervenir en una acción de Koulibaly sobre Messi. El argentino se adelantó a la acción del defensa, que golpeó el tobillo del delantero. Luis Suárez transformó el 3-0 en el descuento.  Aquí no acabó la historia del primer tiempo. Otro penalti, esta vez de Rakitic a Mertens, permitió a Insigne anotar el 3-1 en el minuto 49 y darle vida a los napolitanos que ya estaban con pocas opciones.
En la segunda mitad, el Barça jugó a que no pasara nada y lo consiguió. Mantuvo el balón, no arriesgó y jugó con cabeza.

Te puede interesar