Este verano, el Celta apurará el mercado hasta el final. Cuando las voces que critican el cierre posterior al inicio liguero y cuando incluso hoy habrá diferencias horarias entre ligas –Alemania cierra a las 18:00 horas, Italia a las 23:00 y España a las 23:59–, el club vigués estira al máximo el diseño de su plantilla de cara a la temporada recién iniciada, con dos tareas por hacer: si es posible, encontrar acomodo a Pione Sisto, aunque el danés está siendo muy exigente a la hora de dar el visto bueno; y, si es posible, encontrar un jugador de banda que refuerce el ataque.
En este último movimiento ganó fuerza en las últimas horas la posibilidad de Rafinha Alcántara. El futbolista del Barcelona cuenta con un año más de contrato en la entidad culé pero podría buscar una salida para disponer de minutos con más asiduidad. Porque, aunque ha empezado teniendo minutos, es de esperar que cuando se recuperen Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé su situación varíe. Además, el Celta cuenta con la baza sentimental –es de sobra conocido que el hijo pequeño de Mazinho creció en Vigo, donde reside parte de su familia– y con la de que el hispano brasileño buscará jugar tras perderse la pasada campaña por lesión.
Con todo, se trata de una operación con un montón de dificultades económicas, ya sea un traspaso, ya una cesión. Porque la ficha del jugador es inalcanzable para el Celta, con lo que haría falta, como sucedió con Denis, que el mismo renunciase a mucho dinero. En la cadena COPE, se señalaba ayer desde Barcelona que el club culé sabe del interés del céltico en el futbolista internacional por Brasil, pero también se apunta a los mentados obstáculos económicos. Además, incluso en lo deportivo desde la Ciudad Condal deben valorar si pueden prescindir de un atacante, teniendo en cuenta que finalmente no se va a cerrar la llegada de Neymar.
Lo que ha quedado meridianamente claro en las últimas horas es que el destino de Rafinha no va a ser el Valencia, tal y como parecía durante todo el verano. Marcelino García Toral, entrenador che, reiteró ayer que su club le había comunicado que no se haría la operación. "Nuestras opciones eran Denis Suárez y Rafinha. Suárez eligió el Celta y pensamos en Rafinha porque las siguientes opciones eran de futbolistas que costaban 30 o 40 millones de euros, por lo que no era un capricho, sino una opción del mercado porque no me muevo por caprichos", reiteró el técnico del Valencia. "Ahora no viene y yo entreno a los disponibles con la intención de optimizar rendimientos", agregó. Ese paralelismo entre las situaciones de Denis y Rafinha anima a los aficionados que esperan para hoy un golpe de efecto para cerrar el mercado.
Siete años sin toque final
Lo que parece seguro es que, contrariamente a lo sucedido en los años más recientes, el Celta apurará el mercado de verano hasta el último día. Tal circunstancia ha sido más o menos habitual en la ventana de invierno, pero en la de estío no se da desde hace siete años, cuando en agosto de 2012 aterrizó en el equipo el día 31 el coreano Park Chu-Young.
El Celta es un club que trata de ajustar sus plantillas lo antes posible. El pasado verano, por ejemplo, a día 1 de julio ya tenía tres refuerzos atados: Néstor Araujo, David Juncá y Okay Yokuslu. De hecho, en los últimos seis veranos, ha logrado evitar el cierre de fichajes en el último día: en 2018, el último en llegar fue Júnior Alonso el día 14 de agosto; en 2017 se apuró más pero Emre Mor ya era céltico el día 29; en 2016 la guinda llegó en forma de delantero con Giuseppe Rossi, que se hizo céltico un día 27; en 2015 hubo prisa y el 7 de agosto cerraba las llegadas Dejan Drazic; en 2014, el que más se hizo esperar fue Nemanja Radoja el día 12; y en 2013, Jon Aurtenetxe cerró su cesión al Celta un día 22.
Por lo tanto, no hay en la afición céltica el hábito de vivir el último día de mercado pendiente de algún refuerzo de calado. Habrá que ver si al final se concreta la llegada de Rafinha o si es otro futbolista el que vendrá a completar el ataque, especialmente para partir desde la banda derecha. Es cuestión de horas salir de dudas.
La opción Jesé
El diario francés L'Equipe señala que Jesé, que la pasada campaña jugó cedido en el Betis, podría volver a La Liga. Señalan que el Celta parece el próximo destino del atacante, que a pesar de haber jugado algunos minutos esta temporada con el PSG, no cuenta para su entrenador Thomas Tuchel.
