El Celta es el equipo de Europa que menos tira a portería: con Aspas, Rafinha, Denis y Mina en el campo no marcó ningún gol.
Lo que podría parecer una tendencia pasajera, un mal coyuntural achacable al inicio de temporada o al duro calendario, se ha convertido en el más serio problema futbolístico que acecha al Celta en este arranque liguero. El equipo, domine más o menos los partidos, no tiene apenas llegada. Acumula siete partidos en los que, de media, dispara sobre la portería rival, vaya o no el ensayo entre los tres palos, en 6,7 ocasiones de media. Nadie en las cinco mejores ligas europeas tira menos. Nadie.
El bloque vigués ha mejorado su rendimiento defensivo pero, por el momento, a costa de perder prácticamente todo su potencial ofensivo, aspecto que venía definiendo al equipo en los últimos tiempos. La llegada este verano de jugadores como Rafinha Alcántara, Santi Mina y Denis Suárez debería no sólo compensar la pérdida de Maxi Gómez, sino mejorar incluso el rendimiento. Ya no en número de goles, pero sí al menos en capacidad para crear peligro. Pero nada más lejos de la realidad. Hoy por hoy, el Celta parece abocado a dejar su portería a cero para poder siquiera puntuar.
Los números cantan. De los 98 equipos que militan en las cinco grandes competiciones ligueras europeas –la Liga, Ligue 1, Bundesliga, Premier League y Serie A–, el Celta es el último en disparos a portería. Con su 6,7, está justo por debajo del Alavés (7,3), el Amiens (8,5) y el Newcastle (9,1), según los datos recopilados por la web especializada whoscored. En el otro lado del ránking está el Manchester City de Pep Guardiola, con 21,4 disparos por encuentro.
La necesidad de multiplicar la producción ofensiva es evidente. Por los resultados y por la obligación de que el equipo se vaya definiendo en base a sus jugadores de mayor calidad. Cuatro goles en siete partidos son demasiado pocos, pero teniendo en cuenta lo poco que se tira, no es una cuestión de puntería.
