COPA DEL REY

El Celta sobrevive a su mal partido y se clasifica para octavos

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photo_camera Los celestes celebran el gol de Iago Aspas en el tramo final.
PRAT
Celta
1
0
COB
Eibar

El celta se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey después de ganarle al Eibar (1-0) con un gol de penalti de Iago Aspas en el minuto noventa, en un mal partido del conjunto gallego que sobrevivió gracias a la falta de pegada del Eibar.

El Eibar ofreció más que el Celta durante el primer tiempo. Monopolizó la posesión de la pelota, sobre todo durante los veinte minutos iniciales, en los que acumuló un tiro flojo de Jordán o un remate forzado de Kike García cerca del área pequeña tras un centro de Bebé. Pero nada inquietó al portero del Celta. Fue un dominio insulso, un ritmo lento de juego que amodorró a los dos equipos.

El primer tiempo del Celta fue horrendo. Solo una vez se aproximó a la portería de Dimitrovic. Fue con un lejano, blando e inocente lanzamiento del defensa Hugo Mallo.

Sin juego de ataque, sin intensidad en la presión, Unzué mostró el descontento con algunos jugadores. Pero tampoco el Eibar creó peligro: hubo dos únicos tiros de Kike García muy desviados en la media hora final del primer tiempo.

636475044855105546wLa alarmante desidia celeste de la primera mitad se agigantó en el comienzo del segundo tiempo. El Eibar arrolló al equipo vigués durante diez minutos, ayudado también por los claros errores defensivos de su rival.

Un grave fallo de Fontás le concedió a Charles la primera gran ocasión, que malgastó en el mano a mano ante Sergio (min. 46). Después lo intentó con un disparo Bebé (min. 48). Siguió acosando el Eibar: Sergio despejó un lanzamiento de Bebé y Charles, que se encontró con el rechace, volvió a perdonar solo ante el portero (min. 53).

El Celta estaba grogui. Bebé desaprovechó el siguiente regalo, una mala acción del guardameta Sergio al querer sacar la pelota con el pie (min. 54). Y cerró el asedio un cabezazo de Kike García (min. 55).

El Eibar careció de pegada, para desesperación de su entrenador, José Luis Mendilibar, que ahogó al Celta, bochornoso, encerrado en su campo, incapaz de crear una buena ocasión de peligro hasta el minuto noventa, cuando Iago Aspas, después de ser derribado en el área por Dimitrov, marcó de penalti el gol de la victoria.

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