Sueños de Olimpia

David Stern, el salvador de la arruinada NBA

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photo_camera Con Stern en los despachos y Jordan en la cancha, la NBA alcanzó su máxima cota.

Nunca es tarde para escribir sobre el fallecido expresidente de la NBA, el mejor gestor de la hoy mundialmente conocida liga estadounidense

Diversos acontencimientos impidieron hacerlo en su momento. Nunca es tarde para escribir sobre el fallecido expresidente de la NBA, David Stern (1942-2020). El mejor gestor de la hoy mundialmente conocida liga estadounidense y, en mi opinión, el mejor de cualquier competición deportiva hasta la fecha.

Nacido en un barrio de New Jersey, de ascendencia judía y fan de los Knicks, forjó en la tienda de su padre su instinto comercial. Abogado licenciado en Columbia, colaboró en la campaña electoral que llevó a Kennedy a la Casablanca. En 1966 fue contratado por la NBA para asesorar sobre la absorción de la extinta liga ABA. Allí se quedó para siempre.

En 1984 tomó los mandos de una competición de pésima imagen, asolada por problemas de drogas, peleas y armas. 16 de las 23 franquicias sufrían deudas. El sueldo medio era de 250.000 dólares. La Final de la Liga se retransmitía en diferido.

Tras 30 años de su gestión, pocas personas no conocen las siglas NBA en el mundo. La Liga reporta 5.500 millones de beneficios anuales, los jugadores disfrutan de un salario medio de ¡5 millones! La competición añadió siete  franquicias -una en Canadá- y la Final se retransmite en directo a 215 países, gozando de un contrato televisivo de 24.000 millones.

Todo ello, gracias a un astuto y pequeño abogado judío, que entendió la competición y cada partido como un espectáculo donde el jugador es el principal protagonista pero, a su vez, se debe al club, medios de comunicación y público.

Stern falleció el día de año nuevo por una hemorragia cerebral. Muchos presidentes o gestores deportivos desearían su privilegiada cabeza para alcanzar parte de su éxito.

Mandamientos para el éxito de un astuto judío

David Stern entendió la competición -y no un determinado club- como un producto. Todos los acuerdos y movimientos se gestionan bajo una marca, la NBA.

Como buen estadounidense, propició la igualdad de oportunidades e impuso un techo de gasto -"salary cap"- en los clubes. Si alguno lo sobrepasaba, pagaba la misma cantidad a la Liga y quedaba exento del reparto de beneficios. Stern no inventó el sistema de 'Draft', data de 1947, pero aportó mejoras para reforzar a los peores equipos.

Convirtió a los jugadores en los protagonistas del circo y millonarios. Reciben el 57% del presupuesto de la Liga. Propulsó las hazañas en la pista de Jordan, Magic, Bird, Kobe y Lebron James a cotas inimaginables. A cambio, les exigió el papel de embajadores, modelos ante la sociedad, con un código de comportamiento y vestimenta. Fue implacable con los casos de drogas, armas o violencia en la pista.

Se ganó a los medios de comunicación y a los aficionados como nadie. Trato exquisito, información, estadísticas y facilidades para los profesionales. Productos, novedades y diversión para los espectadores en pista y a través de la televisión e internet. El fin de semana de las estrellas ('All Star weekend') fue su gran escaparate mundial.

Al contrario de otras ligas, Stern expandió la NBA a todo el planeta: partidos oficiales y amistosos, "Dream Team", fichaje de extranjeros. Impulsó las creaciones de una liga filial (D-League) y la femenina (WNBA); se adentró en el mercado asiático antes que nadie.

Sólo le quedó un proyecto pendiente. Crear una división de clubes europea para hacer una NBA intercontinental. Veremos si su sucesor, Adam Silver, mantiene este excelso nivel.



Ver o leer | Buscando entre líneas

Dirigente de éxito, pionero empresarial y genio del entretenimiento. Lo cierto es que David Stern fue celoso de su intimidad y quiso estar en segundo plano. Existe múltiple material sobre su trabajo en la NBA pero apenas detalles sobre su vida. Hay que rebuscar entre las líneas de muchas obras: 'Sexo, drogas y NBA' (Antonio Gil), 'El sueño de mi desvelo' (Antoni Daimiel), 'Qué haría yo sin tí' (Xavi Marcos), 'Dream team' (Jack McCallum), 'Generación NBA' (Juan F. Escudero), 'Las mil y una noches de la NBA' (Rafael Bravo). Y mil más.

‘Secretos a contraluz’, por Gonzalo Vázquez (Ediciones JC)  317 pág.



Bla, bla y bla | David Stern

"Disney es nuestro modelo. Ellos tienen al ratón Mickey y al pato Donald, nosotros a Jordan, O´Neal y Magic".

"Compramos un coche porque nos gusta, no por el dueño de la fábrica. El reclamo son los jugadores, no su presidente".

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