El 'Zar de vallecas' desmotró que tiene madera de campeón, aunque unos ligeros detalles técnicos le impidieron hacerse con la corona de la Organización ante --un estilísticamente acertado-- Flanagan
Los relojes marcaban las 00:00 horas, la casa del boxeo esa noche estaba en el Manchester Arena. El aspirante al título mundial de los pesos ligeros de la OMB, el 'Zar Petrov', acariciaba el sueño de convertirse en el decimotercer púgil español en conseguir un título mundial.
El de vallecas no es nuevo en esto, sus 38 victorias profesionales le avalan y sus viajes en busca de la gloria a Estados Unidos confirman que se trataba de un hueso de roer. La azaña no era fácil, frente a él, 177 centímetros de turbo británico, a los que supo controlar como muy pocos hasta ahora han podido.
Pero finalmente, el campeonato del mundo de la OMB habló inglés, no un bruto inglés del norte de Inglaterra, sino un alarde gramático de Cambridge. Porque la téncica de Flanagan fue, al fin y al cabo, superior a la del Zar, que supo conectar su derecha en la pera del zurdo en incontables ocasiones, pero no fueron suficientes como para convencer a los jueces, quienes proclamaron al inglés campeón mundial.
El combate se decidió a los puntos, y es que el púgil británico no es un gran pegador. Es de los que prefiere entrar y salir para puntuar más, mantener distancias y 'acariciar' la cara de su enemigo con su largo brazo. El tren inferior del boxeador local, estuvo más acertado que el de Petr, que no supo ganarle la pierna derecha al zurdo Flanagan.
En cuanto a las puntuaciones, uno de los jueces trabajaba para la casa, puesto que puntuó con un inmerecido 120-108 para el 'Turbo', puntuación más que injusta para Petrov, quien se acerco mucho más al 116-112 del primer juez. Por su parte, el referí --muy acertado en las decisiones-- permitió un combate sin muchas interrupciones y amonestó al que competía en casa cuando era necesario (hecho que dentro del deporte de las 16 cuerdas no es todo lo común que debería).
El Zar sacó músculo de cara al tercer round, cuando pudimos ver los mejores momentos del hispano-ruso, quien decidió 'ir a la guerra' y pegarse mucho más al cuerpo de su contrincante. En la distancia corta, Petrov --con más fuerza y pegada--, es donde tuvo la pelea.
Cuando se envalentonaba, hacía pasar verdaderos malos momentos a Terry, que durante el séptimo y octavo round apretó por el miedo a perder la corona. Finalmente, el púgil de Manchester, se agarraba al cuerpo del contrincante para asegurar el trono; mientras que el 'Zar' se perdía en ataques al costado y su directo de derecha, que ya no parecía de piedra.
Pese a perder el cinturón, Petrov es el aspirante oficial al campeonato de la AMB de los pesos ligeros, esperemos que después de la pelea contra el británico --en la que no se le puede echar nada en cara-- la invitación siga en pie, porque la demostración de coraje y valentía ante un escenario hostil (jugando fuera de casa, ante el campeón invicto) como el de anoche, no puede quedar en papel mojado.
