Con la mezcla de modestia y timidez que lo caracterizan, David Cal, el atleta olímpico más exitoso del deporte español, no siente que haya hecho historia al ganar la plata en C1-1.000 metros, su quinta medalla en unos Juegos.
'No siento que haya hecho historia. Supongo que con el tiempo ya me iré dando cuenta. Ahora sólo estoy disfrutando del momento. Me siento muy contento y, cuando llegue a casa y esté con la familia, supongo que ya lo empezaré a notar', explicó el piragüista gallego, aun con el ramo de flores que le entregaron en el podio en la mano.
A pesar de su apariencia seria y tranquila, el español reconoció haberse 'emocionado un poco' y sentirse contento por haber logrado este puesto histórico. Sin embargo, la última llegó con mucha incertidumbre, ya que el cangués fue muy retrasado durante toda la carrera hasta que realizó una espectacular remontada. 'Esperaba estar un poco más cerca de la cabeza. Sufrí mucho. Salí un poquito atrás, me fui guardando fuerzas y al final intenté cambiar un poco el ritmo. Entonces fui cogiendo al grupo y vi que tenía ese poquito de más para colarme segundo', explicó Cal, que logró colocarse de nuevo entre los tres mejores del C1 1.000 metros y, también, de un ciclo olímpico en el que no siempre tuvo claro poder llegar a la capital británica. 'Me voy contento por el duro trabajo de los cuatro años. Poco a poco lo conseguimos. El primero no sabíamos si podríamos estar, el segundo quedé cuarto del mundo y el siguiente subcampeón. Y ahora con la medalla estoy muy satisfecho porque era nuestro objetivo', señaló.
Cal ahora sólo piensa en descansar y gozar de unas buenas vacaciones para hacer todo de lo que se ha privado durante los últimos cuatro años. Después ya pensará en Río de Janeiro que, de momento, queda muy lejos: 'A unos 10.000 kilómetros de aquí', bromeó. 'Son cuatro años y es mucho tiempo. Nos tendremos que sentar mi entrenador y yo para valorar la situación. Después, ya decidiremos', explicó ya en tono más serio.
A pesar de su apariencia seria y tranquila, el español reconoció haberse 'emocionado un poco' y sentirse contento por haber logrado este puesto histórico. Sin embargo, la última llegó con mucha incertidumbre, ya que el cangués fue muy retrasado durante toda la carrera hasta que realizó una espectacular remontada. 'Esperaba estar un poco más cerca de la cabeza. Sufrí mucho. Salí un poquito atrás, me fui guardando fuerzas y al final intenté cambiar un poco el ritmo. Entonces fui cogiendo al grupo y vi que tenía ese poquito de más para colarme segundo', explicó Cal, que logró colocarse de nuevo entre los tres mejores del C1 1.000 metros y, también, de un ciclo olímpico en el que no siempre tuvo claro poder llegar a la capital británica. 'Me voy contento por el duro trabajo de los cuatro años. Poco a poco lo conseguimos. El primero no sabíamos si podríamos estar, el segundo quedé cuarto del mundo y el siguiente subcampeón. Y ahora con la medalla estoy muy satisfecho porque era nuestro objetivo', señaló.
Cal ahora sólo piensa en descansar y gozar de unas buenas vacaciones para hacer todo de lo que se ha privado durante los últimos cuatro años. Después ya pensará en Río de Janeiro que, de momento, queda muy lejos: 'A unos 10.000 kilómetros de aquí', bromeó. 'Son cuatro años y es mucho tiempo. Nos tendremos que sentar mi entrenador y yo para valorar la situación. Después, ya decidiremos', explicó ya en tono más serio.
