Rafael Nadal y Novak Djokovic afrontan una semifinal de Roland Garros en un enfrenamiento que es ya un clásico del tenis moderno, un partido sin embargo en el que primera vez en tres años español y serbio no se disputan un título, lo que han hecho ya hasta en 16 ocasiones.
Djokovic busca el único Grand Slam que se le resiste, que acarició el año pasado en la final, contra Nadal.
El serbio encadena 12 semifinales de un 'Grande' y llega a París con una racha de 28 victorias, 3 derrotas y 3 títulos, entre ellos el último Abierto de Australia. 'No escondo que Roland Garros es mi principal prioridad', reconoció el eslavo antes de iniciar su demoledor paseo por el cuadro masculino, del que ha apeado a Goffin, Guido Pella, Dimitrov, Kohlschreiber y Haas.
Enfrente, Nadal suma 57 victorias y sólo una derrota en Roland Garros (Soderling, 2009) e intenta convertirse en el primer tenista en sumar ocho títulos en el mismo Grand Slam. Y de paso ganar su duodécimo 'Grande', frente a los seis títulos de la máxima categoría que atesora Djokovic.
El de Belgrado arrastra un parcial desfavorable contra el de Manacor, 15 victorias para Djokovic y 19 para Nadal. Sin embargo, el serbio ganó el último partido, la final de Montecarlo, también sobre tierra batida.
'El partido de Montecarlo me da un poco de confianza, pero en Roland Garros (Nadal) sólo ha perdido una vez en ocho años. Va a ser muy difícil', auguró Djokovic, de 26 años.
Ninguno de los dos quiere asumir el papel de favorito. 'La palabra favorito es lo último en lo que pienso. Son palabras que se lleva el viento, lo que cuenta es quién va a jugar mejor, ésa es la realidad de la situación. Estos partidos los gana el que juega mejor ese día', dijo Nadal, 27 años recién cumplidos, al que tampoco le valen los números porque 'no son más que cifras', dijo.
'Hemos jugado muchas veces y los dos nos hemos ganado. El año pasado le gané tres finales. En 2011 él me ganó más de tres. Depende del momento de cada uno. Yo voy a intentar jugar bien sin pensar en el pasado', insistió el mallorquín.
Parte del desarrollo del partido estará vinculado a la meteorología, pues a Nadal le beneficia una jornada de calor y sol, de ésas que hacen que las bolas pesen poco, se eleven dos o tres metros por encima de la red y caigan con un bote difícil de dominar. Sin embargo, si la lluvia se deja notar y la temperatura cae en el termómetro, las pelotas se volverían más pesadas y perderían vuelo, lo que a priori beneficiaría al serbio.
Acto seguido, David Ferrer y el francés Jo-Wilfried Tsonga, un restador incansable y un robusto cañonero asentados en la élite, se jugarán el derecho a soñar con su primer título de Grand Slam. Tres veces se han enfrentado, ninguna en semifinales, con dos victorias para el español.
El serbio encadena 12 semifinales de un 'Grande' y llega a París con una racha de 28 victorias, 3 derrotas y 3 títulos, entre ellos el último Abierto de Australia. 'No escondo que Roland Garros es mi principal prioridad', reconoció el eslavo antes de iniciar su demoledor paseo por el cuadro masculino, del que ha apeado a Goffin, Guido Pella, Dimitrov, Kohlschreiber y Haas.
Enfrente, Nadal suma 57 victorias y sólo una derrota en Roland Garros (Soderling, 2009) e intenta convertirse en el primer tenista en sumar ocho títulos en el mismo Grand Slam. Y de paso ganar su duodécimo 'Grande', frente a los seis títulos de la máxima categoría que atesora Djokovic.
El de Belgrado arrastra un parcial desfavorable contra el de Manacor, 15 victorias para Djokovic y 19 para Nadal. Sin embargo, el serbio ganó el último partido, la final de Montecarlo, también sobre tierra batida.
'El partido de Montecarlo me da un poco de confianza, pero en Roland Garros (Nadal) sólo ha perdido una vez en ocho años. Va a ser muy difícil', auguró Djokovic, de 26 años.
Ninguno de los dos quiere asumir el papel de favorito. 'La palabra favorito es lo último en lo que pienso. Son palabras que se lleva el viento, lo que cuenta es quién va a jugar mejor, ésa es la realidad de la situación. Estos partidos los gana el que juega mejor ese día', dijo Nadal, 27 años recién cumplidos, al que tampoco le valen los números porque 'no son más que cifras', dijo.
'Hemos jugado muchas veces y los dos nos hemos ganado. El año pasado le gané tres finales. En 2011 él me ganó más de tres. Depende del momento de cada uno. Yo voy a intentar jugar bien sin pensar en el pasado', insistió el mallorquín.
Parte del desarrollo del partido estará vinculado a la meteorología, pues a Nadal le beneficia una jornada de calor y sol, de ésas que hacen que las bolas pesen poco, se eleven dos o tres metros por encima de la red y caigan con un bote difícil de dominar. Sin embargo, si la lluvia se deja notar y la temperatura cae en el termómetro, las pelotas se volverían más pesadas y perderían vuelo, lo que a priori beneficiaría al serbio.
Acto seguido, David Ferrer y el francés Jo-Wilfried Tsonga, un restador incansable y un robusto cañonero asentados en la élite, se jugarán el derecho a soñar con su primer título de Grand Slam. Tres veces se han enfrentado, ninguna en semifinales, con dos victorias para el español.
