El Celta se complicó todavía más su situación en la clasificación tras caer derrotado en su casa ante el Nástic (0-2), y los fantasmas que se vivieron la pasada campaña vuelven a sobrevolar por Balaídos.
Los dos equipos llegaban al encuentro necesitados de un triunfo para disipar las dudas que habían creado con su juego en las jornadas anteriores y para sacudirse la presión que se creó en su entorno.
Y eso quedó claro desde el inicio, pues ambos salieron a por los tres puntos, aunque fue el Celta el que más empeño puso en el primer acto.
No obstante, el primero en avisar fue el Nástic de César Ferrando, nada más comenzar el choque, en el minuto tres, tras un despiste de la zaga local que tuvo que solventar el meta Notario con una gran intervención cuando Víctor Casadesus ya se había quedado sólo dentro del área pequeña.
El susto visitante hizo reaccionar al Celta, que a partir de ese momento comenzó a dominar el choque. Los hombres de Pepe Murcia se adueñaron del esférico, encerraron a su rival en su campo y poco a poco empezaron a gozar de ocasiones, aunque sin demasiado acierto.
La primera oportunidad de los gallegos llegó con un disparo de Trashorras (m.8) que se marchó rozando el poste. Poco después, el franco-argelino Ghilas pidió penalti por una posible mano del defensa Campano, pero el colegiado Teixeira Vitienes mandó seguir el juego.
Los minutos pasaban y al Celta le entraban las prisas. Los jugadores de Pepe Murcia tenía la pelota, movían con comodidad en el centro del campo ante un Nástic replegado, pero eran incapaces de crear peligro. Sólo en acciones individuales o en errores de su rival los celestes daban sensación de poder marcar.
Al filo del descanso, el Celta volvió a tener dos buenas ocasiones, primero con un tiro de Ghilas que paró Rubén Pérez y después con un lanzamiento de Roberto Trashorras desde el vértice del área que se marchó rozando el larguero.
En la reanudación, el Celta volvió a cometer los mismos errores que en el choque contra el Girona. Salió al campo acelerado, con ganas de encarrilar rápido el partido, provocando numerosos desajustes en su línea defensiva.
A los cuatro minutos, después de un rápido contraataque, el senegalés Diop enmudeció Balaídos con un remate que se marchó ligeramente desviado.
Pero el Celta no aprendió la lección y continuó jugando con fuego, hasta que se quemó. En el minuto 54, después de una pérdida de balón en el centro del campo de Rosada, el Nástic montó un mortífero contraataque, conducido por Redondo, que Diop, a puerta vacía, culminó.
Los fantasmas de la temporada pasada volvieron a aparecer y Balaídos empezó a cargar contra el banquillo y la directiva viguesa.
Tras adelantarse en el marcador, el Nástic todavía replegó más sus líneas, sin importarle demasiado que un apático Celta tuviese el control del balón. A falta de diez minutos para el final, el brasileño Dinei, que llevaba nueve minutos en el terreno de juego, pudo empatar tras una espectacular chilena, pero su remate se estrelló en el larguero.
Y por si la situación no fuese ya demasiado alarmante para los aficionados celestes, a falta de cinco minutos, el delantero visitante N'Gal, que llevaba segundos en el campo, se encargó de sentenciar a su rival con un magnífico remate con el exterior tras un buen pase del ex céltico Jandro.
Ficha técnica:
0 - Celta de Vigo: Notario; Edu Moya, Rubén, Noguerol, Fabiano; Dani Abalo, Rosada (Vila, m.82), Renan, Trashorras (Oscar Díaz, m.82); Ghilas y David Rodríguez (Dinei, m.71).
2 - Gimnástic de Tarragona: Rubén Pérez; Campano, Bauza, Tortolero, Mingo; Medina; Redondo (Mario Gibanel, m.89), Mairata, Bauza, Jandro (Moisés, m.90); Casadesus (N'Gal, m.85) y Diop.
Goles: 0-1, m.54: Diop. 0-2, m.85: N' Gal.
Arbitro: Teixeira Vitienes (Comité cántabro). Mostró tarjeta amarilla a Renan, Fabiano, Dani Abalo y Ghilas por el Celta de Vigo; y a Mingo por el Gimnástic.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio municipal de Balaídos ante unos 5.830 espectadores, según informó el club vigués.
Y eso quedó claro desde el inicio, pues ambos salieron a por los tres puntos, aunque fue el Celta el que más empeño puso en el primer acto.
No obstante, el primero en avisar fue el Nástic de César Ferrando, nada más comenzar el choque, en el minuto tres, tras un despiste de la zaga local que tuvo que solventar el meta Notario con una gran intervención cuando Víctor Casadesus ya se había quedado sólo dentro del área pequeña.
El susto visitante hizo reaccionar al Celta, que a partir de ese momento comenzó a dominar el choque. Los hombres de Pepe Murcia se adueñaron del esférico, encerraron a su rival en su campo y poco a poco empezaron a gozar de ocasiones, aunque sin demasiado acierto.
La primera oportunidad de los gallegos llegó con un disparo de Trashorras (m.8) que se marchó rozando el poste. Poco después, el franco-argelino Ghilas pidió penalti por una posible mano del defensa Campano, pero el colegiado Teixeira Vitienes mandó seguir el juego.
Los minutos pasaban y al Celta le entraban las prisas. Los jugadores de Pepe Murcia tenía la pelota, movían con comodidad en el centro del campo ante un Nástic replegado, pero eran incapaces de crear peligro. Sólo en acciones individuales o en errores de su rival los celestes daban sensación de poder marcar.
Al filo del descanso, el Celta volvió a tener dos buenas ocasiones, primero con un tiro de Ghilas que paró Rubén Pérez y después con un lanzamiento de Roberto Trashorras desde el vértice del área que se marchó rozando el larguero.
En la reanudación, el Celta volvió a cometer los mismos errores que en el choque contra el Girona. Salió al campo acelerado, con ganas de encarrilar rápido el partido, provocando numerosos desajustes en su línea defensiva.
A los cuatro minutos, después de un rápido contraataque, el senegalés Diop enmudeció Balaídos con un remate que se marchó ligeramente desviado.
Pero el Celta no aprendió la lección y continuó jugando con fuego, hasta que se quemó. En el minuto 54, después de una pérdida de balón en el centro del campo de Rosada, el Nástic montó un mortífero contraataque, conducido por Redondo, que Diop, a puerta vacía, culminó.
Los fantasmas de la temporada pasada volvieron a aparecer y Balaídos empezó a cargar contra el banquillo y la directiva viguesa.
Tras adelantarse en el marcador, el Nástic todavía replegó más sus líneas, sin importarle demasiado que un apático Celta tuviese el control del balón. A falta de diez minutos para el final, el brasileño Dinei, que llevaba nueve minutos en el terreno de juego, pudo empatar tras una espectacular chilena, pero su remate se estrelló en el larguero.
Y por si la situación no fuese ya demasiado alarmante para los aficionados celestes, a falta de cinco minutos, el delantero visitante N'Gal, que llevaba segundos en el campo, se encargó de sentenciar a su rival con un magnífico remate con el exterior tras un buen pase del ex céltico Jandro.
Ficha técnica:
0 - Celta de Vigo: Notario; Edu Moya, Rubén, Noguerol, Fabiano; Dani Abalo, Rosada (Vila, m.82), Renan, Trashorras (Oscar Díaz, m.82); Ghilas y David Rodríguez (Dinei, m.71).
2 - Gimnástic de Tarragona: Rubén Pérez; Campano, Bauza, Tortolero, Mingo; Medina; Redondo (Mario Gibanel, m.89), Mairata, Bauza, Jandro (Moisés, m.90); Casadesus (N'Gal, m.85) y Diop.
Goles: 0-1, m.54: Diop. 0-2, m.85: N' Gal.
Arbitro: Teixeira Vitienes (Comité cántabro). Mostró tarjeta amarilla a Renan, Fabiano, Dani Abalo y Ghilas por el Celta de Vigo; y a Mingo por el Gimnástic.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio municipal de Balaídos ante unos 5.830 espectadores, según informó el club vigués.
