La plantilla del Celta cree que no hay motivos para la preocupación a pesar de las bochornosas últimas derrotas

'No vamos a pasar apuros'

Unos sonrientes Michu y Roberto Trashorras corren con sus compañeros en la sesión de entrenamiento de ayer en Balaídos. Foto: lydia miranda
El Celta vive una semana más al borde del precipicio, pero la plantilla prefiere quitarle hierro al asunto. Los jugadores consideran que los cuatro puntos que separan al conjunto celeste del descenso suponen un colchón tranquilizador.
Michu y Roberto Trashorras fueron los encargados de expresar el sentir del vestuario y quisieron dejar claro que confían en las facultades de la plantilla céltica. ‘No estamos preocupados porque la salvación está en nuestra mano. Quedan diez partidos y dependemos de nosotros mismos. La plantilla está tranquila’, dice Michu, al que la bochornosa derrota ante el Castellón no le ha hecho variar ni un ápice el discurso del que hacía uso hace siete días. El asturiano expone el principal argumento que le hace pensar que el final de temporada será plácido y, de paso, advierte que si no se cumplen sus pronósticos tampoco existen demasiados motivos para la preocupación: ‘El Celta depende de sí mismo y no va a pasar ningún tipo de apuro. Y si los tuviera que pasar, estamos preparados. El año pasado vivimos una situación incómoda’. Si el discurso de Michu rezuma optimismo, el de Trashorras no le va a la zaga. Y es que al lucense no se le puede acusar de padecer complejo de inferioridad: ‘Si hacemos las cosas bien, no vamos a tener ningún problema. Cuando mostramos nuestra mejor cara, somos muy difíciles de parar. Los resultados no nos han acompañado, pero el equipo siempre fue superior a los rivales. Debemos seguir así para acabar la Liga tranquilos’. A pesar de que ambos futbolistas hicieron del optimismo el 'leitmotiv' de su discurso, también hubo espacio para la autocrítica en sus alocuciones. Y es que el pobre partido de Castellón tiene difícil defensa. ‘En Castalia sentí muchas cosas y no fueron buenas. Me dio la impresión de que el Celta no estuvo a la altura e hizo un poco el ridículo. Sentí impotencia. No fue un buen partido y hay que tratar de olvidarlo cuanto antes. Decepcionamos a la afición, sobre todo a la que se desplazó a Castellón, y le pedimos disculpas’, dijo Michu, a lo que añadió Trashorras que ‘cada uno asumió su responsabilidad y nos tenemos que apoyar todos para que esto no vuelva a suceder’.

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