Un golpe franco transformado por el alemán Mesut Ozil a dos minutos del final dio aire al Real Madrid, que, aferrado de nuevo a la épica, esquivó la derrota y sacó un punto de la visita del Borussia Dortmund, que tuvo el triunfo en su mano (2-2). Hasta ese momento, el futuro europeo del conjunto de Jose Mourinho se tambaleaba fruto de la peor versión blanca.
Jose Mourinho tiró de Modric para ocupar el lugar natural de Khedira en lugar del músculo de Essien, mermado físicamente. El choque empezó con un fuerte ritmo. De forma acelerada. Embarullada. Con una prisa innecesaria para el Real Madrid, con mucho que perder en caso de derrota.
En plena agitación fue el Dortmund el que salió beneficiado. Una contra llevó la pelota hasta Reus, que soltó un latigazo para batir a Casillas (0-1, minuto 28).
No mejoró el Real Madrid con el marcador en contra. Todo lo contrario. Pero en un arrebato de furia llegó el empate con un cabezazo de Pepe en un centro de Ronaldo (1-1, minuto 35).
El partido se rompió de forma prematura. Pudo marcar el segundo el Madrid pero fue el Borussia el que se fue con ventaja al vestuario. En la última acción de la primera parte, Varane y Ramos se hicieron un lío del que se aprovechó Grosskreutz para centrar a Mario Gotze y que Álvaro Arbeloa llevó el balón al fondo de la red (1-2).
Arrancó la segunda parte con el Real Madrid inflamado y Callejón pudo empatar. Tenía más el balón el Madrid, pero apenas pudo culminar sus jugadas ante un rival ordenado. Callejón tuvo el gol de nuevo. Pero con el meta batido un zaguero sacó el balón sobre la línea. Fue en el tramo final, aferrado a la épica cuando apareció la clase de Ozil, que de golpe franco quebró la meta germana y evitó la derrota.
En plena agitación fue el Dortmund el que salió beneficiado. Una contra llevó la pelota hasta Reus, que soltó un latigazo para batir a Casillas (0-1, minuto 28).
No mejoró el Real Madrid con el marcador en contra. Todo lo contrario. Pero en un arrebato de furia llegó el empate con un cabezazo de Pepe en un centro de Ronaldo (1-1, minuto 35).
El partido se rompió de forma prematura. Pudo marcar el segundo el Madrid pero fue el Borussia el que se fue con ventaja al vestuario. En la última acción de la primera parte, Varane y Ramos se hicieron un lío del que se aprovechó Grosskreutz para centrar a Mario Gotze y que Álvaro Arbeloa llevó el balón al fondo de la red (1-2).
Arrancó la segunda parte con el Real Madrid inflamado y Callejón pudo empatar. Tenía más el balón el Madrid, pero apenas pudo culminar sus jugadas ante un rival ordenado. Callejón tuvo el gol de nuevo. Pero con el meta batido un zaguero sacó el balón sobre la línea. Fue en el tramo final, aferrado a la épica cuando apareció la clase de Ozil, que de golpe franco quebró la meta germana y evitó la derrota.
