Resurgir desde el barro

El presidente del Unionistas de Salamanca, Miguel Ángel Sandoval, cuenta la historia y explica la filosofía de este club popular

Nació con el don de la risa y con la única intuición de que el mundo estaba loco. Ese era todo su patrimonio". La frase que abre "Scaramouche", la novela escrita por Rafael Sabatini, bien puede servir para ilustrar el alumbramiento de Unionistas de Salamanca. En la terraza de una pizzería, en pleno desaliento por la desaparición de la Unión Deportiva Salamanca, sus aficionados fraguaron un nuevo comienzo para el fútbol charro.


Nacido a modo de homenaje a la extinta Unión, el Unionistas de Salamanca apela al viejo encanto del deporte modesto. Un socio, un voto; con el compromiso de deuda 0.
"Si a final de temporada las cuentas del club son negativas, a pesar de que todos somos voluntarios, nos responsabilizamos de las pérdidas hasta dejarlas en cero", cuenta Miguel Ángel Sandoval.


Él tejió en 2013, junto a otros seguidores y a través de conversaciones por "Skype", el origen de la entidad. Es su presidente desde hace dos años. En abril concluye su mandato. Dados los numerosos compromisos que esta semana le sobrevienen por la visita a las Pistas del Real Madrid, Sandoval debió pedir incluso "vacaciones en el trabajo". "Tengo tantas ganas de que llegue el jueves y de que todo haya salido bien...", confiesa a pocas horas de recibir al gigante blanco, con la ilusión de quien se ve capaz de obrar una gesta ante escasos 4.000 aficionados.

No cabrán más personas en el humilde campo de Unionistas, una instalación municipal donde conviven el fútbol y el atletismo. Cada día de partido, de hecho, las Pistas se acicalan por empeño de sus voluntarios.

"Recuerdo que, cuando plasmamos la idea de cómo queríamos hacer crecer el club y de cómo queríamos poner en marcha el grupo de trabajo, hicimos una primera tirada de 500 carnets. Pensábamos que nos sobrarían, porque en el primer año no llegamos a competir. Fue el año de la fundación. Las asambleas fueron para elegir el nombre, el escudo, el himno, la camiseta... Se votaron 70 propuestas distintas para el escudo. Al año siguiente ya sí empezamos a competir, con 2.244 socios. A día de hoy, estamos por encima de los 3.000", expone.

Con la instalación de luces adicionales cubrirán el mínimo que les fue exigido para competir frente al flamante supercampeón de España.

"Es un premio a todo lo que hemos dejado de lado durante estos 6 años. Todos hemos dejado de lado a nuestras familias o a nuestras parejas por nuestros sentimientos por la Unión Deportiva Salamanca, por creer en un proyecto distinto, en el que se valora más lo humano que lo económico", asegura.


Unionistas partió desde la categoría más baja. Arrancó en provincial, desde el principio arropado por su masa social. La inercia le llevó pronto a Segunda B, donde ahora compite con un presupuesto que se aproxima al millón de euros, 400.000 de ellos dedicados al primer equipo. En contraste, los ingresos de su próximo rival ascendieron a 757.3 millones en la temporada 2018/19, según un informe publicado recientemente por Deloitte.


Pese a que su economía no es pudiente, el club charro se mantiene fiel a su modo de ver el fútbol. En cada choque apoya una acción social. Para sufragar los gastos del partido de hoy, por ejemplo, un grupo de aficionados abrió una campaña de micro-mecenazgo. El 10 por ciento de la recaudación irá destinado al Banco de Alimentos.
Esa solidaridad entre vecinos es el legado que dejó la extinción de la Unión Deportiva Salamanca, más allá de las bufandas en alto que ondean siempre en el minuto 23.
"Muchas veces he pensado que era mejor no haberme metido en todos estos rollos", ríe Sandoval. "Pero nunca nos conformamos con lo que tenemos. Igual que no tenemos miedo a descender, a volver al barro y a jugar en categorías más bajas, tampoco dejamos de soñar con subir categorías. Llegaremos hasta donde nos permita el presupuesto y el apoyo que tengamos. No queremos quedarnos estancados y hoy en día no vemos techo a este proyecto. Pero yo, sinceramente, hubiera preferido que siguiese viva la Unión, aunque fuese en provincial", asegura.

La Unión revivirá hoy en las Pistas. Ante el Real Madrid. "Casi nada", se despide el presidente.

Ilusión y nieve reciben al Madrid
El modesto recinto de Las Pistas y unas condiciones climatológicas adversas, con temperaturas bajas y nieve en Salamanca, mide la ilusión por la Copa del Real Madrid, que examina su superioridad ante un conjunto de Segunda B como Unionistas que vivirá el día más grande de su corta historia, con tan solo siete años de existencia.
El nuevo formato de la Copa del Rey alimenta los sueños de los modestos. Salamanca vivirá un día de fiesta con la visita del Real Madrid, precavido por el peligro de la eliminatoria a un solo partido y con Zinedine Zidane sin cesiones, con una convocatoria de jugadores del primer equipo y sin ningún canterano, como ocurría en anteriores ediciones.
Zidane sólo ha concedido descanso a Sergio Ramos, Toni Kroos, Luka Modric y Rodrygo. No puede contar con los lesionados Eden Hazard y Marco Asensio. El once que debe mantener viva la racha de 17 partidos sin perder, será una mezcla entre titulares y suplentes en un día en el que debe dar un paso al frente la segunda unidad. Futbolistas cuyo compromiso está en entredicho en el madridismo como Gareth Bale y James Rodríguez deben convertir un "castigo" en oportunidad,
Enfrente, el conjunto que entrena Jabi Luaces llega en un gran momento de juego y de resultados después de un inicio de curso en los últimos puestos del Grupo II de la Segunda División B.

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