Piragüismo

"No digo que no a llegar a unos séptimos Juegos"

La palista canguesa Teresa Portela logró ayer su clasificación en Pontevedra, arropada por su familia, deportistas y autoridades.
photo_camera La palista canguesa Teresa Portela logró ayer su clasificación en Pontevedra, arropada por su familia, deportistas y autoridades (A.D.)
La piragüista de Cangas se clasificó y competirá en Tokio con 39 años en sus sextos Juegos Olímpicos. Se convierte en la española con más presencias en unas Olimpiadas en un hito del deporte gallego

¿Qué supone para Teresa Portela esta sexta clasificación para unos Juegos Olímpicos?

Pues una alegría inmensa. Poder soñar con estar en unos sextos Juegos y que se haga realidad es increíble. Y llevar más de veinte años en la élite, para mí ya es un sueño hecho realidad.

Supongo que cuando empezó a practicar este deporte no se imaginaba que iba a llegar tan lejos.

No. En el año 2000 tenía 18 años y cuando fui a los Juegos de Sidney jamás pensé que iba a ir a seis. Ya veía algo increíble poder ir a unos Juegos Olímpicos y disfrutar del evento deportivo más grande del mundo. Y plantearme que iba a repetir en 2021 era impensable.

En todo este tiempo no ha habido otra deportista en España, y muy pocas en el mundo, que hayan estado a su altura, ¿cree que podría haber unos séptimos Juegos?

Uf, no lo sé (se ríe). Yo todo eso lo veo lejos. En 2012, me parecía que Río 2016 me quedaba muy lejos y Tokio lo veía no imposible pero casi. Entonces, no pienso más allá de agosto. Pero tampoco digo que no, porque llegar al día de hoy, si me lo dicen hace veinte años, pensaría que era imposible.

¿Cómo fue la regata de clasificación en Verducido?

Bien. Las condiciones eran de viento en contra y sabía que la prueba se iba a hacer un poco más larga y dura de lo normal, pero al final me encontré bien, hice mi regata y me sentí bien en todo momento, o sea que me quedé satisfecha. Sabía que ganar me daba la plaza, pero también era importante centrarme en mí y hacer mi competición para quedar satisfecha con lo que yo hiciera. Entonces, me quedé contenta con ganar y conseguir la plaza, pero también con mi competición.

¿Correr en casa, en el lugar donde entrena habitualmente, ayuda?

No. Me evita un viaje y ya está. Pero realmente lo atípico fue este año. Yo siempre me tenía que marchar a Trasona porque los selectivos eran en Asturias, o sea, que lo diferente es que haya sido aquí y en los años anteriores también me fue bien. Es verdad que es el sitio donde entreno, pero al final la pista no es tan importante como que una esté fuerte y lo haga bien.

En una prueba tan rápida como el K1 200, ¿da tiempo a pensar en algo?

Sí da tiempo. Son doscientos metros y es una prueba explosiva, de 39 o 40 segundos, aunque hoy se fue a 42, y en cuarenta segundos da tiempo a pensar muchas cosas, pero sobre todo hay que centrarse en lo que una está haciendo, en las paladas, que sean firmes, y siempre pensar en positivo y confiando en el trabajo hecho. Entonces, para mí fue una gran recompensa porque no es sólo el trabajo de este año, sino que cuenta el que llevo realizado en todos estos años. Siento que todo cuenta.

Una vez sacado el billete para Tokio, ¿qué objetivo se marca en esta cita olímpica?
Ahora mismo no pensaba en Tokio, pensaba sólo en esta cita y en ir paso a paso. El siguiente objetivo son los Juegos y lo que quiero es seguir entrenando para seguir mejorando. Me gustaría estar en otra final olímpica luchando por dar lo mejor de mí.

¿Ya sabe quiénes serán sus principales rivales?

Sí. Están la neozelandesa (Lisa Carrington), la polaca (Marta Walczkiewicz), la eslovena (Spela Ponomarenco), la danesa (Emma Jorgensen)… Hay muchas chicas fuertes y muy buenas.

¿Ve posible una medalla en Japón?

Es muy difícil hablar de medalla. Son doscientos metros y nos separan milésimas. Yo lo que hago es centrarme en mi trabajo, intentar hacer lo que sé y que ese día salga bien. Porque esa es otra, puedes estar entrenando, pero luego necesitas que ese día se dé bien. Entonces, en eso me centraré, en intentar mejorar y en poder aplicar esa mejora en ese momento.

Claro, porque en una prueba tan rápida deben influir más cosas que la preparación física.

Sí, todo influye. Es como quien tiene un examen. Puedes haber estudiado muchísimo y que en ese momento no te salga bien. Al final, lo que cuenta es lo que pase justamente ese día. Y aquí pasa lo mismo: puedes entrenar muchísimo y bien y ese día llega y no salen las cosas. Pero es el día que cuenta.

Es la única española en toda la historia que se ha clasificado para seis Juegos Olímpicos, ¿le gustaría ser la abanderada?

No. Supongo que el abanderado ya está elegido y será Saúl (Craviotto). Tiene cuatro medallas olímpicas y va a luchar por tener una o dos más, o sea que estamos muy bien representados por él. Además es piragüista, buen chico y excelente deportista, así que perfecto.

¿Está mentalizada para participar en unos Juegos en los que, en principio, no va a haber público de fuera de Japón, una cita marcada por el covid-19?

Bueno, sí. De aquí a agosto, a ver cómo quedan las cosas. Intentaré abstraerme un poco porque hasta ahora sólo tenía en mente el día de hoy. Va a ser raro, pero como las cosas van cambiado cada poco… Evidentemente, ya son diferentes porque el hecho de que no sean el año que estaba previsto, que era el 2020, ya los hace distintos, y la situación de vernos con mascarillas y hacernos PCR es algo que jamás hubiésemos pensado. Pero de aquí a allá supongo que podrán cambiar muchas cosas y hay que adaptarse a lo que venga.

¿Cree que esta situación puede llegar a influir en los resultados?

No. A mí, por lo menos, el hecho de que esté lleno o no de público no me afecta. Son factores que no dependen de ti y no puedes estar centrada en ellos. Yo pienso que es el momento que estaba buscando y me veo ahí tratando de hacer una buena competición. Evidentemente, es más atractivo con público y hace mucho, pero tampoco hay que dejarse llevar por lo que uno no puede controlar.

Te puede interesar