DEPORTE

Vuelta dorada a casa

Ruth Beitia vuelve a casa tras conseguir el oro en Río. Entre vítores y peticiones de autógrafos, llegó al aeropuerto Seve Ballesteros-Santander.

Una "feliz" Ruth Beitia, "abrumada" por "todo el cariño de su gente", ha llegado hoy al aeropuerto Seve Ballesteros-Santander pasadas las ocho de la tarde, donde ha sido recibida por medio millar de personas que se han acercado hasta la terminal para recibir a la campeona olímpica.

Beitia ha tardado media hora en "hacer el paseíllo" que aficionados, entre ellos muchos niños, le habían preparado y, durante el recorrido, interrumpido a cada paso por el cariño de la afición, ha repartido besos y abrazos, firmado autógrafos y no ha parado de hacerse fotos.

A ritmo de pito y tambor, el del dúo Los Peralos de Cabezón de la Sal, y de fondo, las voces del Coro Ronda Altamira, la medallista olímpica ha saludado "muy emocionada" e, incluso, ha saltado mientras la gente coreaba "campeona, campeona".

Tras posar sin descanso, tanto para las cámaras de los aficionados como para las de los medios de comunicación, y siempre con una gran sonrisa, Ruth Beitia ha reconocido a los periodistas que "tenía muchas ganas" de llegar a Santander y, aunque el recibimiento en Madrid, ha sido "espectacular, como éste ninguno", ha dicho.

Sus padres han sido de los primeros a los que ha abrazado tras bajar del avión, "lo que más gana tenía", dijo, y a partir de ahora, que "lo demás vaya fluyendo poco a poco".

Beitia ha reconocido que "se ha enterado en Madrid" de que el complejo deportivo de La Albericia, en Santander, llevará su nombre y se ha mostrado "encantada" aunque ha apuntado, sonriendo de nuevo, que "creía que iba a ser una sorpresa".

Aún reconoce no ser muy consciente de lo que ha conseguido porque "todavía no le ha dado tiempo a dormir, salvo algo en el avión", y ahora cada vez que mira la medalla de oro, que ha traído a Cantabria colgada del cuello, se le escapa un "joé, es nuestra".

Suya, de Ruth Beitia, y de Ramón Torralbo, su entrenador, "de quien es el 50 por ciento de la medalla", como insiste la atleta.

Torralbo, "muy satisfecho" por un logro "impensable" cuando empezaron hace 26 años, afirma emocionado que la medalla de oro de Río 2016 ha sido "lo más impresionante" que les podía ocurrir.

Y es que el palmarés de Beitia, con catorce medallas internacionales, ha encontrado en estos Juegos Olímpicos "la guinda" que atleta y entrenador ansiaban, dado que a nivel de atletismo "la máxima aspiración" es conseguir una metal en una olimpiada.

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