Titular indiscutible en casi todos los partidos importantes de la temporada, Xavi Hernández está viendo como su entrenador, Gerardo 'Tata' Martino, opta por sustituirle cuando el Barcelona busca darle la vuelta a un resultado adverso.
La brújula egarense no acabó el partido en cinco de los siete tropiezos de la temporada, el último en la derrota el sábado ante el Valencia (2-3), en el que Martino le cambió por Iniesta en el minuto 64.
Su sustitución llegó apenas seis minutos después del gol de Alcácer. El Barcelona necesitaba un revulsivo y el técnico argentino optó por un cambio de piezas en la medular, que fue insuficiente para remontar un partido que se puso aún más complicado con la expulsión de Jordi Alba en el minuto 78.
Lo cierto es que ante un resultado adverso Martino no es partidario de apostar por un 3-4-3, fórmula que aplicaron tanto Pep Guardiola como Tito Vilanova, por lo que sus cambios siempre acaban afectando a centrocampistas o a delanteros.
'Me gusta jugar con defensa de cuatro porque prefiero que los laterales creen superioridad por las bandas', explicó el técnico después de la derrota.
Por ello prefiere renunciar a la clarividencia del internacional español e intenta revolucionar el partido con el desequilibrio de Iniesta, la verticalidad de Sergi Roberto e incluso la magia de Messi. La fórmula, sin embargo, no ha acabado de funcionar.
'Me siento bien, es un día malo porque el sábado perdimos, pero en general estoy contento, he jugado ya varios partidos seguidos y de cabeza también estoy bien. Lo pasé mal con la lesión, pero ya está todo olvidado', remarcó Messi.
Su sustitución llegó apenas seis minutos después del gol de Alcácer. El Barcelona necesitaba un revulsivo y el técnico argentino optó por un cambio de piezas en la medular, que fue insuficiente para remontar un partido que se puso aún más complicado con la expulsión de Jordi Alba en el minuto 78.
Lo cierto es que ante un resultado adverso Martino no es partidario de apostar por un 3-4-3, fórmula que aplicaron tanto Pep Guardiola como Tito Vilanova, por lo que sus cambios siempre acaban afectando a centrocampistas o a delanteros.
'Me gusta jugar con defensa de cuatro porque prefiero que los laterales creen superioridad por las bandas', explicó el técnico después de la derrota.
Por ello prefiere renunciar a la clarividencia del internacional español e intenta revolucionar el partido con el desequilibrio de Iniesta, la verticalidad de Sergi Roberto e incluso la magia de Messi. La fórmula, sin embargo, no ha acabado de funcionar.
'Me siento bien, es un día malo porque el sábado perdimos, pero en general estoy contento, he jugado ya varios partidos seguidos y de cabeza también estoy bien. Lo pasé mal con la lesión, pero ya está todo olvidado', remarcó Messi.
