Alarma por el fraude con bolívares venezolanos en vez de monedas de un euro

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photo_camera Una moneda de un bolívar venezolano.
La situación se ha producido también en otros países de la Unión Europea y también se han detectado casos con monedas de otros países como los Bat tailandeses

Las autoridades de la localidad de Boom, en el norte de Bélgica, advirtieron de un fraude en el que se hace pasar un bolívar venezolano por una moneda de un euro en comercios de la zona, pese a que la divisa venezolana tiene un valor significativamente menor que la europea.

En declaraciones recogidas por el diario flamenco "Het Laatste Nieuws", un portavoz de la policía local aseguró que, pese a su aspecto similar, el valor de ambas monedas es radicalmente diferente e instó a los ciudadanos a no dejarse engañar.

Ambas monedas tienen un tamaño y apariencia similares, con apenas unos milímetros de diferencia en sus diámetros y un anillo exterior dorado y el interior plateado, pero un euro equivale a aproximadamente 12.534 bolívares venezolanos.

Pese a que una asociación ha avisado a las autoridades locales de este fenómeno, la policía no ha recibido aún denuncias formales, lo que se atribuye a que el fraude es habitualmente de unos pocos euros.

La localidad de Boom acaba de acoger el macrofestival de música electrónica Tomorrowland, pero la policía descarta que haya una relación entre ambos hechos porque es la primera vez que sucede este fraude en quince años de certamen y porque, aunque ha habido venezolanos entre los asistentes, la mayoría de visitantes sudamericanos eran brasileños, señaló el periódico.


Problemas con otras monedas también en España


Al margen de la situación atípica que se vive en Bélgica, en España se han dado diversos casos con el bolívar, una moneda asiática, el Baht de Tailiandia,la lLira turca, los dólares jamaicanos o los zloty polacos que también tiene una forma similar a las monedas de uno y dos euros, aunque con un valor sensiblemente menor.

Este tipo de fraudes se producen de forma recurrente aprovechando que tanto el dibujo de monedas como el tacto y peso son prácticamente iguales.

La propia Guardia Civil informó ya hace tres años a través de la red social twitter de este fraude, pero parece que no ha sido capaz de evitar que siga sucediendo.

 

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