El dirigente italiano consiguió sacar adelante los presupuestos en el Parlamento, pero se quedó sin la mayoría absoluta

Berlusconi dimitirá en cuanto se apruebe el ajuste que exige la UE

Berlusconi, entre sus ministros del Interior (i.) y de Reformas, en el Parlamento italiano. (Foto: ALEXANDRO DI MEO)
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se comprometió ayer a dimitir una vez que el Parlamento apruebe las reformas económicas presentadas a la UE, pocas horas después de perder la mayoría absoluta en una votación en la Cámara baja. Durante una reunión de una hora en Roma, Berlusconi acordó con el presidente de la república, Giorgio Napolitano, poner su cargo a disposición del jefe del Estado después de que se aprueben los presupuestos de 2012, para los que su Gobierno elaboró una enmienda en la que se incluyen algunas de esas reformas.
Tras el encuentro, el primer ministro prometió dimitir, lo que no excluye la posibilidad de que se le vuelva a encargar la formación de un nuevo Gobierno, aunque aseguró que ve como la única salida posible la celebración de elecciones anticipadas (la legislatura concluye en 2013).

'Tenemos que preocuparnos de lo que sucede en los mercados financieros, que no creen que Italia sea capaz de aprobar las medidas que la UE nos pidió. Creo que esta es la primera cosa que nos tiene que preocupar. Tenemos que demostrar a los mercados que vamos en serio. La cosa más importante es el bien del país', dijo Berlusconi.

El encuentro de los jefes del Gobierno y del Estado se produjo después de que Berlusconi constatara ayer en la Cámara baja la pérdida de la mayoría absoluta, tras la rebelión de algunos de los diputados de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), quienes le habían exigido su dimisión para que un nuevo Ejecutivo consiguiera sacar adelante esas medidas económicas. Esa misma demanda de dimisión la hizo, antes de iniciarse la votación, su principal aliado, el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi.

El primer ministro consiguió aprobar las cuentas del Estado de 2010 gracias a que 321 diputados de la oposición no participaron en la votación, superando en número a los que dieron la aprobación a Berlusconi (308).

Con este anuncio se pone fin a varias semanas de incertidumbre económica y política en Italia, después de que el Ejecutivo diera muestras de tener dificultades para aprobar las reformas y no terminara de convencer con sus promesas a los mercados, donde la prima de riesgo italiana se disparó ayer hasta cerca de los 500 puntos básicos.

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