Seis consejos para conducir bajo la lluvia con seguridad

photo_camera El estado de los limpiaparabrisas marca la diferencia sobre la visibilidad bajo lluvia.
La llegada de los clásicos temporales de lluvia de los meses invernales obligan a extremar las precauciones en la carretera, ya que el firme se vuelve más deslizante y las posibilidades de sufrir un percance aumentan de manera exponencial debido al efecto del agua

Los meses de invierno no solo suponen un reto para el día a día de los conductores, también marcan una serie de retos variables a los que enfrentarse cada vez que se sale a la carretera.

En una época en la que los temporales están marcando el inicio del año, primero con la nieve y ahora con la lluvia y el viento, es importante recordar una serie de consejos para minimizar los riesgos al volante cuando el pavimiento es deslizante.

Las ruedas, con dibujo

Quizá puede sonar a tópico, pero el principal consejo a la hora de circular sobre las deslizantes carreteras gallegas es contar con unos neumáticos en buen estado. Durante las últimas semanas se ha visto como el deterioro de estos elementos clave en un vehículo han causado que decenas de conductores se hayan quedado atrapados en la nieve. En el caso de la lluvia, es importante observar el dibujo y la profundidad de los canales. Si bien el mínimo es de 1,6 milímetros en condiciones de lluvia extrema se recomiendan 3 milímetros. Además, la presión debe respetar los indicadores del fabricante. Para comprobarlo, basta con mirar la pegatina que tienen la mayoría de los coches en la moldura de la puerta del conductor.

Visibilidad interior y exterior

El segundo aspecto a tener en cuenta es la iluminación y visibilidad, dentro y fuera del vehículo. Mantener el cristal limpio y sin vaho es crucial a la hora de conducir bajo lluvia con seguridad. Los cambios de temperatura y humedad pueden provocar este efecto, que se soluciona facilmente teniendo el cristal limpio, abriendo ligeramente una ventanilla y poniendo la climatización entre 20 y 21 grados.

En el apartado exterior, las luces deben ir siempre encendidas (muchos modelos ya lo equipan) y si la niebla hace acto de presencia, también es importante activar la luz trasera. Eso sí, si este elemento no es denso, se recomienda evitarlos puesto que son realmente molestos para el resto de conductores. Como no, el estado de los limpia parabrisas debe ser el correcto y para ello hay que reemplazarlos periódicamente. Es un elemento barato y su buen funcionamiento a la hora de evacuar agua evita muchos sustos.

La velocidad, menor

Otro consejo que puede parecer obvio, pero que muchos olvidan. Con el pavimento deslizante, el número de metros necesario para detener el vehículo aumenta de forma exponencial. Por ello, es importante aumentar la distancia de seguridad con los vehículos que circulan alrededor (también para evitar el agua que lanzan sus neumáticos), reducir la velocidad de forma proporcional al estado de la calzada, y pisar el freno de forma delicada, como si se llevase una cesta de huevos en el asiento.

Los amortiguadores

Son elementos que en muchos casos se descuidan y resultan imprescindibles cuando el ABS y el ESP entran en funcionamiento. Es importante revisarlos cada cierto tiempo e invertir en ellos periódicamente.

¿Qué es el aquaplaning?

El aquaplannig se produce cuando la película de agua que hay sobre la carretera no permite que el neumático evacúe el agua, perdiendo el control del vehículo. Para evitar que esto suceda, el mejor consejo es el anterior, reducir la velocidad. Además, es importante tener en cuenta la pintura de la señalización de las carreteras, que bajo lluvia se convierten en un elemento deslizante (a pesar de su importancia). Si el aquaplaning se produce, hay que evitar pisar el freno producto del miedo. Lo ideal, aunque es cierto que en una situación compleja es difícil de gestionar, es levantar el pie del pedal del acelerador manteniendo la dirección firme. Cuando se note que vuelve la tracción y el vehículo es controlable es cuando se girará con delicadeza.

Entiende el ABS y el ESP

Estas dos abreviaturas se han convertido en el compañero de viaje de casi todos los conductores, aunque muchos no saben qué es realmente ni en qué momentos entra en acción.

El "Anti-lock Braking System" o ABS, es el sistema que evita que las ruedas se bloqueen cuando se frena con fuerza en el vehículo, lo que evita la pérdida de adherencia y reduce el tiempo de frenado, todo de forma automática. 

El control de estabilidad (ESP), por su parte, es otro sistema de seguridad que hace que las ruedas se frenen de forma individual y se ajuste la potencia del motor para evitar que las ruedas se deslicen y se pierda el control del mismo.

Ambos elementos son realmente útiles en la conducción bajo lluvia o nieve y de su buen uso y entendimiento depende la resolución de muchos imprevistos en carretera.

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