Las autoridades comunitarias se preparan para negociar las necesidades del país, que pueden ser de 90.000 millones

La economía española asumió sin problema el impacto del 'crack' luso

El ministro de Presidencia luso, Pedro Silva Pereira, se dispone a anunciar la petición del rescate. (Foto: JOAO RELVAS)
La economía española vivió ayer con tranquilidad la primera jornada después de que Portugal anunciase que pediría el rescate de su economía ante la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Existía incertidumbre en ambientes financieros por ver la reacción de los mercados, ya que a lo largo de los últimos meses en algunos ámbitos el nombre de España no ha dejado de aparecer asociado al de los países con dificultades financieras: Grecia, Irlanda y Portugal. Los dos primeros ya han sido rescatados por la UE y el FMI y el tercero acaba de tomar la decisión de hacerlo.
Sin embargo, todas las variables de la economía española han aguantado el tipo con normalidad, justamente en un día en que el BCE decidió subir los tipos de interés en un cuarto de punto. Mientras, la percepción en los mercados del riesgo de impago de la deuda española registró un importante descenso en el primer trimestre de 2010, lo que le permite abandonar las diez primeras posiciones del ranking elaborado por la consultora CMA, que destaca el 'impresionante' descenso de 114 puntos básicos, un 33%, de los seguros de impago (CDS) de la deuda española.

La Comisión Europea también se apresuró a defender que España está 'en el buen camino' para cumplir sus compromisos de reducción de déficit y ha pedido por ello que sea 'juzgada por sus méritos' y no se establezcan 'analogías ni especulaciones' con el caso de Portugal.

'La economía española tiene retos importantes, pero a día de hoy, como ha dicho ya públicamente el comisario (de Asuntos Económicos, Oli) Rehn, cumple sus compromisos y por tanto no hacemos analogías ni especulamos con escenarios de ese tipo', aseguró el portavoz de Rehn, Amadeu Altafaj, al ser preguntado por el riesgo de que el caso luso contagie a España.


LA UE SE PREPARA

Paralelamente, la petición de asistencia financiera efectuada por el primer ministro luso, José Sócrates, inició una andadura que desembocará en el tercer rescate de la zona euro tras Grecia e Irlanda, pero que antes deberá superar un difícil proceso de negociación de duras condiciones para Portugal.

La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, y su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, recordaron que cualquier ayuda europea deberá ir acompañada de un programa de ajuste y reformas pactado con las instituciones europeas. 'No se va a expedir un cheque en blanco', explicaron fuentes diplomáticas preguntadas por la posibilidad de que los socios europeos faciliten las cosas a Portugal hasta que cuente con un nuevo Gobierno tras las elecciones convocadas para el 5 de junio.

Las fuentes consultadas explicaron que el paquete de ajustes que fue rechazado recientemente por el Parlamento luso es una buena base para negociar el programa de asistencia financiera, ya que cuenta con el visto bueno de la Comisión Europea (Ejecutivo de la UE) y el Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, parece difícil que la oposición portuguesa acepte unas iniciativas a las que se opuso en el Parlamento. Fuentes comunitarias apuntan a que el importe del rescate podría acceder a 75.000 millones de euros, aunque otras llegan hasta 90.000 milllones.

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