Economía

La economía no solo sufre por el coronavirus

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aplaude en el Congreso.
photo_camera La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aplaude en el Congreso.
El crecimiento va a menos, un mal dato para el empleo, y aunque la economía repunte en primavera o en el segundo semestre, al Gobierno va a costarle mantener un gasto expansivo en 2020 y en 2021.

La breve etapa expansiva de la economía española, una vez superada la crisis de 2008, no dio margen para arreglar todos los desequilibrios presupuestarios. Los progresos en deuda y déficit fueron insuficientes, del mismo modo que la creación de empleo. ¿Irán a peor las cosas con la desaceleración, agravada por los efectos del coronavirus? Desde luego, no habría que descartarlo. De momento, el Ibex sufre su peor semana desde 2010 con un desplome del 11,76% por el coronavirus y el Bank of America resta dos décimas al crecimiento de España en 2020 por el virus.

La crisis sanitaria no aporta precisamente optimismo y los viejos problemas -deuda, déficit, desigualdad, paro, etcétera- siguen estando ahí. En definitiva, ahora también se ve en peligro el propio crecimiento económico, que al menos colocaba a España en todas las previsiones por encima de la media europea. Ahora bien, una contención del virus podría volver a dejar las cosas en su sitio.

“Bajo la hipótesis de una contención del virus en las próximas semanas, la economía global podría rebotar levemente durante la segunda parte del año, de modo que la española mantendría su posición favorable de crecimiento”, opina Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas. La aspiración ahora estaría en un crecimiento del 1,5% este año y un 1,7% en 2021.

Con este escenario de crecimiento parece improbable que pueda reducirse la deuda; a lo sumo podría mejorar el porcentaje de déficit público, pero sin alcanzar el 1,2% fijado como objetivo para 2022. Por muchas vueltas que se le dé a este cuadro, si el Gobierno quiere mantener su política social va a tener que tirar de más impuestos. Son ya miles de millones de euros los que están en juego, lo que obligará al Ejecutivo a mejorar la gestión, a tirar de más impuestos -medioambientales, por ejemplo- y a reducir las bonificaciones fiscales, sin poner en riesgo el crecimiento y la expansión de la economía. No parece tarea fácil, ni popular. Tampoco cabe albergar muchas esperanzas, al menos a corto plazo, con las tasas que está previsto aplicar al mundo digital y financiero.

Visto lo visto, tal vez lo más realista sea dar por hecho que la economía española corre el riesgo de agudizar su desaceleración, que en última instancia va a depender del alcance del frenazo de la eurozona y del enfriamiento de los mercados internacionales, ya sea por tensiones comerciales y/o por la crisis del coronavirus. 

Al Gobierno de Pedro Sánchez va a costarle mantener un gasto expansivo en 2020 y en 2021, pero tiene a su favor algunas ventajas con respecto a la crisis anterior: no hay tanta deuda privada, los tipos de interés son prácticamente nulos, apenas hay inflación y la balanza externa tiene superávit.

Por sectores, además de la crisis coyuntural de los transportes y el turismo, hay dificultades en la industria y en el campo, y el ciclo inmobiliario no tira de la construcción. Son problemas que amenazan a muchas empresas pero también a sus trabajadores. Hoy por hoy se crea menos empleo que en años anteriores, lo que afectará al consumo interno. No se trata, por tanto, de ser catastrofistas ni de esperar una recesión, pero si de actuar con prudencia en el manejo de la economía, tanto para tomar decisiones en el ámbito empresarial como para afrontar los nuevos Presupuestos Generales del Estado, partiendo de un objetivo de déficit para 2020 del 1,8% del PIB. 

@J_L_Gomez

Las hipotecas, al alza

Las hipotecas arrojaron en 2019 el mejor dato desde 2011 –se firmaron 357.720 contratos–, pero solo crecieron un 2,7%, el menor ritmo desde 2014. La banca española apuesta ahora por las hipotecas fijas, al margen del euríbor, que cumple su cuarto ejercicio en negativo y que podría alcanzar un ciclo de cinco años. En el mercado ya hay hipotecas con tipos de interés del 1,35% y también compradores que temen que en algún momento el euríbor va a subir, tras todos estos años en negativo.

La bolsa, a la baja

El coronavirus tiene en jaque a la economía mundial. Todo parece indicar que la epidemia retrasará la recuperación que se preveía en la eurozona para este año, con el lógico impacto desfavorable para España, mientras persiste la amenaza para el turismo en Semana Santa y en verano. La Bolsa, que suele anticipar la dimensión de las crisis, ya ha perdido 74.000 millones de euros en una semana negra en la que cayó un 11,7%. Nada muy distinto de lo sucedido en otros países europeos y en EE UU.

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