El director general de Empleo, Xavier Thibault, ha dicho hoy que la creación de un contrato único con indemnización por despido creciente 'no sería la panacea' y podría generar 'una nueva dualidad' que llevaría a los empresarios a prescindir de los recién llegados como si fueran temporales.
Thibault ha participado en la inauguración de una jornada sobre las consecuencias de la aplicación de la reforma laboral, organizada por la Asociación Española de Dirección y Desarrollo de Personas (AEDIPE).
Durante su intervención ha dicho que los principales objetivos de la reforma eran frenar la destrucción de puestos de trabajo en el corto plazo y combatir la segmentación o dualidad del mercado de trabajo en el medio y largo plazo.
En este sentido, ha destacado que la reforma introducía mecanismos de flexibilidad interna para que las empresas no tengan que ajustar en puestos de trabajo, sino en condiciones laborales, y ha subrayado que en el primer año de aplicación de la norma 'existe mucha más flexibilidad interna y menos flexibilidad externa'.
'Si se hubiera hecho esta reforma al inicio de la crisis, se hubieran salvado un millón de puestos de trabajo', ha dicho.
Para Thibault, el origen del desajuste del mercado laboral español, que se traduce en unos niveles de desempleo y de temporalidad muy superiores a los países de nuestro entorno, es que las medidas de flexibilidad 'existían sólo sobre el papel, no en la práctica'.
De este modo, los empresarios 'ajustaban siempre' en puestos de trabajo, 'una solución fácil y rápida' porque 'no tenían otra alternativa'.
Ha destacado, por ejemplo, que ahora es 'más sencillo' dejar sin aplicación el convenio colectivo y que, mientras que en todo el año pasado 770 empresas recurrieron al descuelgue del convenio (inaplicación de condiciones pactadas), sólo en el mes de abril lo hicieron 200 y prácticamente todas con el acuerdo de los representantes de los trabajadores.
Asimismo, ha destacado que en convenios como el de los grandes almacenes 'ya se liga el incremento salarial con la evolución de las ventas' o en otros 'se hace al PIB y no al IPC'.
'Hay que convencer a las empresas de que la flexibilidad interna ya no está solo sobre el papel y es posible', ha concluido.
Durante su intervención ha dicho que los principales objetivos de la reforma eran frenar la destrucción de puestos de trabajo en el corto plazo y combatir la segmentación o dualidad del mercado de trabajo en el medio y largo plazo.
En este sentido, ha destacado que la reforma introducía mecanismos de flexibilidad interna para que las empresas no tengan que ajustar en puestos de trabajo, sino en condiciones laborales, y ha subrayado que en el primer año de aplicación de la norma 'existe mucha más flexibilidad interna y menos flexibilidad externa'.
'Si se hubiera hecho esta reforma al inicio de la crisis, se hubieran salvado un millón de puestos de trabajo', ha dicho.
Para Thibault, el origen del desajuste del mercado laboral español, que se traduce en unos niveles de desempleo y de temporalidad muy superiores a los países de nuestro entorno, es que las medidas de flexibilidad 'existían sólo sobre el papel, no en la práctica'.
De este modo, los empresarios 'ajustaban siempre' en puestos de trabajo, 'una solución fácil y rápida' porque 'no tenían otra alternativa'.
Ha destacado, por ejemplo, que ahora es 'más sencillo' dejar sin aplicación el convenio colectivo y que, mientras que en todo el año pasado 770 empresas recurrieron al descuelgue del convenio (inaplicación de condiciones pactadas), sólo en el mes de abril lo hicieron 200 y prácticamente todas con el acuerdo de los representantes de los trabajadores.
Asimismo, ha destacado que en convenios como el de los grandes almacenes 'ya se liga el incremento salarial con la evolución de las ventas' o en otros 'se hace al PIB y no al IPC'.
'Hay que convencer a las empresas de que la flexibilidad interna ya no está solo sobre el papel y es posible', ha concluido.
