ECONOMÍA

¿Hay estrategia contra el cierre de Alcoa?

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photo_camera Los trabajadores de la planta de A Coruña, ayer ante la Torre de Hércules.

El diario más influyente de los EE UU, The New York Times, no informa de los cierres de
A Coruña y Avilés. Tampoco lo hace el Financial Times. Ni siquiera el principal diario de Pittsburgh, que es donde está la sede de Alcoa. 

La noticia es bien conocida en toda España: la multinacional del aluminio Alcoa pretende cerrar dos de sus tres plantas, medida que afecta a cerca de 700 trabajadores de las fábricas de A Coruña y Avilés en las que, según la empresa, se registran pérdidas. Alcoa mantiene su actividad en la gigantesca planta del norte de Lugo, en su día el mayor complejo industrial de Europa por la superficie que ocupa. Sin embargo, la noticia no existe en Estados Unidos, que es donde está la sede central de la empresa; es decir, donde se toman las decisiones.

En The New York Times la última noticia sobre Alcoa es del 6 de agosto y se refiere a la solicitud de la empresa de una devolución de tarifas del aluminio fijadas por el presidente Donald Trump. Resulta que la compañía de Pittsburgh, que importa gran parte de su aluminio de sus instalaciones en Canadá, solicitó a la administración una exención. El influyente diario estadounidense ya había informado días atrás de que en Alcoa estaban preocupados por este tipo de asuntos, ya que sus acciones cayeron un 13 % al conocerse detalles de la guerra comercial de Trump.

Con anterioridad, Alcoa había sido noticia en The New York Times por sus expectativas en Bolsa y, sobre todo, por la escisión de Arconic, una compañía especializada en ingeniería y fabricación de metales livianos, entre ellos aluminio, titanio y níquel, que se utilizan en todo el mundo.

Tampoco el diario económico Financial Times se ha ocupado del cierre de las plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés, a pesar de que este periódico económico presta mucha atención a Alcoa. En su caso, el interés está centrado en la estrategia de Alcoa en materia económica y laboral, pero dentro de Estados Unidos. También, en el impacto de la guerra comercial –para Alcoa suelen tener incidencia las relaciones de Estados Unidos con China y Rusia– o en el acuerdo de Alcoa con Rio para desarrollar un proceso de fundición sin carbono, por su impacto ambiental.

La compañía de Pittsburgh arrastra problemas de facturación desde 2017, con altibajos en Bolsa, paralelos a sus tensiones internas, con guerras entre directivos. Pero su gran preocupación de fondo parece ser la creciente producción de aluminio de China, ya que Beijing no cumple con su compromiso de reducir su capacidad, como observa también el diario Financial Times.

No hay, pues, noticias de Alcoa España ni en The New York Times ni en el Financial Times. Ni siquiera en el diario más importante de Pittsburgh, el Post Gazette, que sigue las actividades de Alcoa casi a diario pero sin reparar demasiado en los problemas laborales.

Además de perder el tiempo en sus interminables reuniones con los directivos locales de Alcoa, ¿habla el Gobierno de España con el presidente o con el CEO de Alcoa en Pittsburgh? Si lo hace nadie se ha enterado; ni siquiera en el Financial Times. Realmente, ¿hay estrategia –de fondo– contra el cierre de Alcoa?

Alcoa es una gran empresa estadounidense, la tercera por su producción de aluminio en el mundo, detrás de Rio Tinto-Alcan y Rusal. Tiene ya su historia, porque se estableció en Pittsburgh (Pensilvania, EE UU) en el año 1888. Del nombre que adoptó en 1907, Aluminum Co. of America, se deriva su actual marca: Alcoa. Pittsburgh es una ciudad situada en la intersección de tres ríos en el oeste de Pensilvania, a mitad de camino entre Nueva York e Indianápolis. Se supone que en Industria ya tienen Google Maps.

@J_L_Gomez

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