ECONOMÍA

Europa y EEUU, nerviosos ante China

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photo_camera El presidente chino, Xi Jimping.

No solo preocupa su capacidad exportadora sino también su estrategia de compra de activos en Occidente. ¿Debe orientarse ahora la estrategia a ponerle puertas al campo o a competir a campo abierto?

Estados Unidos y la Unión Europea llevan ya tiempo coincidiendo -de modo especial estos últimos días- en subrayar la supuesta amenaza china para Occidente. La gran queja se basaba hasta ahora en que China exporta mucho pero compra poco; sin embargo, esta semana el acento se ha puesto en sus compras de activos en el exterior y en su influencia en otros países. La tensión es alta, y no solo comercial.

EEUU y China, que se hablan de tú a tú, están en una especie de tregua en su guerra comercial con el aplazamiento de aranceles y nuevas políticas de compras, sobre todo por parte de China. El contencioso con Europa es distinto. Al no ser la UE un Estado propiamente dicho, la relación de Pekín –Beijing– con Europa se maneja a otro nivel, lo cual explica sus relaciones bilaterales con los estados miembros, contexto en el que se produjo la reciente visita del presidente chino, Xi Jinping, a España.

Pero en el caso europeo no solo influye su frágil estructura política, sino también otros factores económicos, su nivel de gasto en defensa, etcétera. La propia UE admite que se ha puesto en guardia ante el crecimiento de la inversión china en sus países miembros, y de unas declaraciones del vicepresidente de la Comisión Europea, Andrus Ansip, se desprende que la posición europea frente a China es más vulnerable que la de EE UU, al advertir de que la UE debe “tener miedo” de empresas chinas como Huawei. Es una evidencia que Europa no tiene una sola gran empresa entre los gigantes mundiales de internet, todos ellos americanos y chinos.

Si algo prueba todo esto es que Europa y, en menor medida, EEUU están perdiendo competitividad, y que China ha progresado para ser un polo más de la economía mundial; tanto, que puede convertirse en la primera potencia mundial por su Producto Interior Bruto (PIB). Llegados a este punto, ¿debe orientarse la estrategia a ponerle puertas al campo o a competir a campo abierto?

China es un país muy extenso -dobla con creces la superficie de la UE- pero no más que EEUU. En lo que es líder es en población, ya que sus 1.400 millones de habitantes están muy encima de los 512 millones de la UE o los 325 millones de EEUU. Sin embargo, su capacidad de producción, siendo alta, está muy por debajo de los estándares europeos y americanos. Los 1.400 millones de chinos producen 6,4 billones de euros menos que los 325 millones de estadounidenses, lo cual explica que su PIB per capita sea de apenas 7.800 dólares frente a los 52.930 dólares de EEUU. Medidos por competitividad, EEUU es el primer país del mundo, mientras que China ocupa el puesto 28º.

Otra cosa es que China aventaje a EEUU y, sobre todo, a Europa en cada vez más facetas de la producción económica. Un claro ejemplo es el sector del automóvil, ya que los chinos producen cada año 29 millones de vehículos frente a solo 11 millones fabricados en EE UU. Pero si después se analiza el disfrute de los coches, en EEUU hay 823 vehículos por cada 1.000 habitantes mientras que en China no llegan a los 120 por 1.000 habitantes. Es una clara prueba del precario estado de su mercado interno. China sí es una aventajada en exportar -vende en el exterior casi el doble que EEUU- y últimamente también toma posiciones importantes en el exterior mediante la compra de empresas europeas y americanas. Es precisamente en este punto donde más altera a la UE.

@J_L_Gomez

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