Lagarde reclama impulsar el crecimiento para combatir la 'amenaza global' del elevado paro

El FMI tilda de 'aterrador' el desempleo de algunos países

Christine Lagarde, presidenta del FMI, posa con un abanico conmemorativo de la reunión. (Foto: EVERETT KENNEDY BROWN)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) instaron en Tokio a fomentar la creación de empleo como 'motor de reducción de la pobreza', y alertaron del empeoramiento de las condiciones en los países en desarrollo a causa de la crisis. 'Las crisis financieras implican menos puestos de trabajo allí donde se necesitan millones', señaló ayer en un comunicado el Comité de Desarrollo de ambos organismos, emitido al término de las reuniones principales de la asamblea anual del FMI y el BM.
Para este órgano, formado por 25 miembros que representan a todos los países integrantes del BM y el FMI, la clave reside en 'impulsar una transformación' para crear empleo como 'motor de la reducción de la pobreza', en especial entre los más jóvenes y las mujeres. Según sus estimaciones, en el mundo cerca de 200 millones de personas se encuentran 'formalmente desempleadas', con una gran incidencia de cerca de 75 millones entre los jóvenes menores de 25 años, y se espera que para 2020 se necesiten crear cerca de 600 millones de empleos.


AMENAZA GLOBAL

En el marco de la asamblea anual conjunta del FMI y el BM, la directora gerente del Fondo, la francesa Christine Lagarde, determinó que las altas tasas de paro, 'aterradoras' en algunos países (en España se sitúa en el entorno del 25 por ciento), y la creación insuficiente de empleo, en especial entre los más jóvenes, suponen una 'amenaza' de carácter global. Para la entidad que lidera, el actual ritmo de crecimiento a nivel mundial es insuficiente para crear los puestos de trabajo que se requieren en todo el mundo.

Lagaarde calificó la creación de empleo como uno de los grandes desafíos actuales. Al margen del desempleo, el Comité de Desarrollo apuntó a la necesidad también de lograr 'la equidad de género' como un factor clave para reducir la pobreza y a la necesidad de mantener el respaldo en aquellos países en los que la desigualdad persiste.

En su Informe sobre Desarrollo para 2013, el BM estima que en el mundo hay unos 3.000 millones de personas empleadas, pero de ellas solo 1.600 millones disponen de salarios estables, mientras que el resto desempeña labores agrícolas, en pequeñas empresas familiares o como jornaleros estacionales. En este sentido, el Comité instó al BM a continuar 'apoyando a los países a consolidar un entorno que propicie la creación de empleo' teniendo en cuenta las dificultades específicas de cada país y sabedor de que 'no existe una fórmula mágica'.

El presidente del BM, el estadounidense Yim Jong Kim, recogió el testigo y reclamó 'un claro flujo de ideas del norte y del sur sobre cómo adjudicar de manera más efectiva servicios a los más necesitados', sobre todo en un 'entorno económico duro y muy desconcertante', empeorado por la crisis económica actual. En concreto, Kim, que asumió en julio la titularidad del BM, destacó la situación de Latinoamérica, África y Asia, donde exhortó a lograr que sus 'impresionantes logros' conseguidos por la última generación no se pierdan. En su opinión, mantener el crecimiento en los países en desarrollo es de 'interés común', después de que en los últimos años su PIB haya supuesto más de la mitad del generado en todo el mundo.

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