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Galicia se pone a mirar al mundo en serio

El Foro Atlántico podría complementar al Foro Económico de Galicia, que está en la vanguardia de la reflexión sobre los retos de la globalización, a caballo entre la digitalización y la sostenibilidad.

En España, el mundo -la economía globalizada- suele verse desde Madrid. En consecuencia, la política exterior española acostumbra concebirse así, desde el centro. La periferia parece predestinada a pensar en sí misma. Frente a este modelo jacobino siempre ha plantado cara Barcelona, que tiene su propia mirada del mundo. Más recientemente, el desarrollo autonómico propició que también desde otras comunidades autónomas surgiesen miradas al exterior alternativas a las de Madrid, no solo desde instancias políticas sino también financieras, empresariales, académicas y periodísticas.

Galicia, más que llevar mucho tiempo mirando al mundo, lleva siglos poblando el mundo, hasta el extremo de que en el siglo XX solía decirse que la primera ciudad de Galicia no era Vigo -ni A Coruña-, sino Buenos Aires. La vieja emigración a América y al resto de Europa -glosada en su día por La Región Internacional- dio paso a otro modelo, que hoy se basa, por un lado, en la internacionalización de muchas empresas, entre ellas todas las que son proveedores de Inditex, un grupo coruñés líder en el mundo empresarial español, y por otro, en los jóvenes que emigran en busca de oportunidades. De hecho, se fue tanta gente durante la crisis que su número equivale al de los habitantes de una ciudad como A Coruña, lo cual es una barbaridad, teniendo en cuenta que es casi el 10% de la población de Galicia.

También la Xunta fue aprendiendo a mirar al mundo, con una acción política exterior ligada a Europa por los asuntos comunitarios y a América por las circunstancias de los gallegos emigrados, a fin de mantener viva su cultura pero, sobre todo, para echarle una mano a muchos gallegos que lo pasan mal en países como Cuba y Venezuela.

Galicia tiene, pues, en el exterior, a muchos paisanos -entre ellos grandes fortunas en países como México o Argentina-, multinacionales gallegas como Inditex, Pescanova, Coren, Copasa o San José, Abanca y poco más, dejando a un lado -claro- la economía del narcotráfico. En realidad, si se desmenuza el comercio exterior de Galicia, el grueso está en dos manos: Inditex y Citroën. Pero otras comunidades están peor, ya que aquí la diferencia la marca realmente el gigante Inditex.

A estas pequeñas y grandes cosas de Galicia en el mundo se suman ahora, solapándose, al menos cuatro debates de gran calado: 1) la guerra comercial entre China y EEUU, con graves consecuencias para Europa, que es donde se mueve básicamente la economía gallega; 2) el "brexit", cuyo alcance real se desconoce; 3) las consecuencias de la digitalización, y 4) la sostenibilidad del planeta, que en Galicia afecta de manera no proporcional a su reducida dimensión industrial, al estar aquí varias de las industrias más contaminantes de España. Es decir, con el 5% del PIB de España, Galicia es responsable del 15% de las emisiones españolas a la atmósfera.

Casi todos estos asuntos suelen ser objeto de estudio y de reflexión en el marco del Foro Económico de Galicia, que a menudo va por delante de las propias instituciones públicas y de entidades como las cámaras de comercio o las organizaciones patronales, a día de hoy en crisis. Pero tal vez su mirada cabe ensancharla desde el nuevo Foro Atlántico, siguiendo la estela del Círculo de Economía de Barcelona, de la mano, entre otros, de su ex presidente, el catedrático gallego afincado en Cataluña Antón Costas. 

@J_L_Gomez

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