La economía del mundo atraviesa un momento complicado: a los efectos de la pandemia se sumó la guerra, y esta inestabilidad afecta a los mercados y se deja notar en el precio de la práctica totalidad de las materias primas, si bien unas subieron de precio más que otras.
De hecho, hay que apuntar que ni Rusia ni Ucrania, naciones en conflicto, son países "cualquiera": su relevante papel de proveedores de materias primas esenciales les convierte en potencias influyentes para el devenir de la economía mundial.
En total, representan el 30% de las exportaciones mundiales de un cereal tan esencial como es el trigo, el 15% de las de maíz, el 20% de las de fertilizantes minerales y gas natural y el 11% del petróleo, el que se considera como "oro negro" hasta que no evolucione y mucho el aprovechamiento de energías alternativas. Todos estos datos, por si se quieren analizar en profundidad, figuran en los informes de Perspectivas Económicas de la OCDE.
Así, según estos datos, la materia prima básica con mayor alza de precios fue el carbón, cuyo valor de mercado experimentó un aumento del 69,3%. Sus inmediatos perseguidores, que no llegan a esta cifra tan elevada, son un cereal como el trigo, una fuente de energía como el gas y un metal como el níquel.
Se debe puntualizar que el aumento de precio de materias primas primordiales como estas, que se emplean para la fabricación de diversos bienes y servicios, tiene un efecto rebote (tanto de forma directa como indirecta) en el conjunto de la economía, y todo ello se hace notar en los bolsillos de las familias, que ven cómo los salarios crecen en menor medida que el coste de la vida, perdiendo así poder adquisitivo de forma inevitable. Es por ello que la economía mundial se encuentra en un momento complejo.
