Viticultura

Hijos de Rivera entra en Ribeiro y Monterrei con Pagos Gallegos

Puga (Toén). 13/09/2018. Vendimia el las viñas de Bodegas Campante, viña Reboreda en Puga.
Foto: Xesús Fariñas
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La compra le permite el control de las bodegas Finca Viñoa-Pazo Casanova y Fraga do Corvo

Hijos de Rivera, la firma gallega que figura entre las cuatro grandes cerveceras españolas gracias a marcas como Estrella Galicia, extiende su actividad vitivinícola que ya ejercía en la provincia de Ourense a través de Ponte da Boga, la bodega centenaria de la DO Ribeira Sacra en Castro Caldelas, a las denominaciones del Ribeiro y Monterrei, al desembarcar en el grupo Grandes Pagos Gallegos, que tiene en dichas regiones vinícolas las bodegas Finca Viñoa-Pazo Casanova y Fraga do Corvo. La operación le da también el control de Quinta de Couselo, la bodega más antigua en activo de la subzona de O Rosal de Rías Baixas. Si bien todavía no ha habido una comunicación oficial sobre los términos de la operación, si mediante una ampliación de capital o una compra de acciones, lo que sí ya está confirmado es que la compañía se ha hecho con el control de Grandes Pagos Gallegos, el grupo que abarca las tres bodegas antes señaladas y que comenzó su andadura en mayo de 2013. Su constitución supuso la incorporación de Carlos Mouriño, presidente del Real Club Celta y empresario con negocios en España y América, a un proyecto vitivinícola que ya estaba en marcha y que se inició con la finca A Viñoa, origen del vino al que le da nombre y que en la actualidad forma parte de un gran viñedo en ladera de 15 hectáreas. Ese mismo año adquiere Quinta de Couselo, una histórica bodega de O Rosal, que formó parte de Rías Baixas desde la fundación de dicha DO y en 2014 se hace con Pazo de Casanova, la única bodega del Ribeiro con viñedo en el término municipal de Ourense. Actualmente, Finca Viñoa-Pazo Casanova conforman una única bodega aunque con dos proyectos vitivinícolas diferentes: el primigenio, Finca Viñoa representa el valle del Avia y Pazo Casanova, los vinos del valle del Miño.

En 2016 el grupo da el salto a Monterrei, para incorporarse como accionista en la bodega Fragas do Lecer, que la familia Boo Rivero había fundado diez años antes. El catálogo de vinos de las tres bodegas le permite disponer de vinos elaborados con las principales variedades autóctonas: Albariño, Treixadura, Godello, Caiño blanco, Loureira o Mencía, tanto en monovarietales como polivarietales.

Hijos de Rivera comenzó su andadura vitivinícola en 2006, al adquirir la histórica bodega de Castro Caldelas, Ponte da Boga, fundada en 1898. Desde entonces han desarrollado una viticultura en la que se ha cuidado la recuperación de variedades autóctonas hasta entonces poco utilizadas como el Blanco legítimo o la Merenzao. El perfil de los vinos que elabora Ponte da Boga y los que trabajan las bodegas de Grandes Pagos Gallegos poseen un nivel de calidad muy afín. Con esta operación adquiere una nueva dimensión al poseer bodegas en cuatro de las cinco denominaciones gallegas.

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