Transcurridas tres décadas desde su creación, y después de haber cerrado una serie de etapas que le han permitido consolidarse como una de las empresas de sus características más modernas de Europa y del mundo, Sogama es consciente de que debe evolucionar y adaptarse a los sucesivos cambios exigidos por un modelo de desarrollo que tiene como epicentro la economía circular.
Es por ello que, ante un nuevo cambio de era, y tomando como referencia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, el Acuerdo de París, el Pacto Verde Europeo (cuya prioridad es conseguir que Europa sea climáticamente neutra para el año 2050) y, por supuesto, la normativa europea, estatal y autonómica que rige su actividad, la Sociedade Galega do Medio Ambiente ha iniciado un profundo y exhaustivo trabajo encaminado hacia el diseño y la elaboración de un nuevo plan estratégico a materializar en el período 2024-2030, pretendiendo dar un gran paso hacia la sostenibilidad, entendida como el equilibrio entre la protección ambiental, el crecimiento económico y la cohesión social. Con ello quiere pasar de ser una empresa de tratamiento de residuos a ser una empresa generadora de recursos.
En este marco, ha decidido poner en marcha un ejercicio de revisión, de planificación y de actualización estratégica que le permita anticiparse, estar a la vanguardia y contribuir a la transición de la comunidad gallega hacia una verdadera economía circular en la que los productos permanezcan el mayor tiempo posible en la economía y, una vez agotada su vida útil, se conviertan en nuevas materias primas y se reincorporen al circuito comercial.
Un actor eficiente
A través de la valorización de residuos y su conversión en recursos, Sogama aspira a ser un actor relevante en la transformación de Galicia hacia una economía próspera, moderna, competitiva, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y respetuosa con el medio ambiente, que preserve al mismo tiempo la salud de los ciudadanos y, por supuesto, que mejore su bienestar y calidad de vida.
Para la elaboración del nuevo plan estratégico, Sogama quiere contar con la visión de expertos y técnicos del sector ambiental, energético y económico, sin perder de vista las aportaciones de sus grupos de interés, especialmente con aquéllos con los interactúa de forma permanente, como es el caso de proveedores, contratistas, trabajadores, ayuntamientos, además de otros colectivos sociales a los que presta un servicio público considerado básico y esencial.
Con objeto de adelantarse a la nueva realidad, Sogama contempla una renovación de su visión y misión, así como de sus objetivos. El plan estará marcado por líneas maestras tales como ser referentes en valorización de residuos y economía circular, cumplimiento de los objetivos europeos, adopción del enfoque de simbiosis industrial, descarbonización de procesos, eficiencia energética, minimización de impactos ambientales, digitalización, ESG, y desarrollo de talento. En definitiva, se trata de un nuevo plan que emergerá de un profundo y exhaustivo análisis de la realidad de Sogama en sus diferentes facetas y las proyecciones de futuro conforme a las líneas operativas que marcarán el futuro de Europa.
Red gallega de infraestructuras para la gestión de la materia orgánica
La puesta en marcha, en 2023, de la Red de infraestructuras para la gestión de la materia orgánica, impulsada por la Xunta de Galicia y ejecutada por Sogama, supondrá una inversión de 40 millones de euros y cuenta con la cofinanciación de Fondos Feder REACT EU como respuesta de la Unión Europea a la crisis de la COVID-19.
Una vez concluidas las obras, los ayuntamientos gallegos adheridos a Sogama tendrán acceso a una red compuesta por 4 infraestructuras para el tratamiento de biorresiduos y 13 plantas de transferencia, de las cuales 6 son de nueva construcción y 7 serán remodeladas.
Estas instalaciones dispondrán, tras el proceso de adaptación, de una tolva diferenciada para el trasvase de la materia orgánica de los camiones de recogida a contenedores de mayor capacidad, que serán transportados hasta la planta de biorresiduos más próxima.
La Xunta cumple así el objetivo de que la mayor parte de los ayuntamientos adheridos a Sogama cuenten con una planta de biorresiduos o de transferencia a menos de 50 kilómetros de distancia; circunstancia que también supondrá no solo un ahorro de costes, sino una reducción de las emisiones de CO2 al disminuir el transporte de mercancías por carretera.
El Gobierno gallego pondrá a disposición de los municipios los medios necesarios para que, tal y como establece la normativa, puedan convertir la materia orgánica en compost, que será utilizado como fertilizante natural en la agricultura y en la jardinería.
