El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, explicó ayer que la reforma financiera busca una solución definitiva para el sector tras tres años de parches y soluciones parciales, y que si se hubiera adoptado antes, no se tendría que acometer ahora 'tarde, mal y a rastras'. Rajoy se refirió a la reforma financiera aprobada por el Gobierno en su intervención en la clausura del XIII Congreso regional del PP del País Vasco, en Bilbao.
El jefe del Ejecutivo consideró prioritario afrontar una reforma como la aprobada el viernes para generar credibilidad, conseguir crédito y facilitar la inversión después de las muchas dudas existentes en los mercados sobre el sistema financiero. 'Se trata de hacer lo que se tenía que haber hecho hace cuatro años y no se hizo, lo que hicieron hace cuatros años los países europeos y Estados Unidos mientras que a algunos (dijo en alusión a José Luis Rodríguez Zapatero) se les ocurría decir que teníamos el mejor sistema financiero del mundo'.
Explicó que si se hubieran hecho entonces esas reformas, quizás sí se tendría ahora el mejor sistema financiero del mundo, pero insistió en que como no se llevaron a la práctica, hay que adoptarlas en este momento aunque sea 'tarde, mal y a rastras'. 'Se trata de dar una solución definitiva', reiteró, con el objetivo de que vuelva el crédito y se coloquen a precio de mercado miles de viviendas para que el sector 'vuelva a tirar'.
LOS EFECTOS, EN EL FUTURO
Llevar todo eso a la práctica consideró que es muy complicado, como muchas otras decisiones, pero puntualizó que hay que seguir adelante consciente de que los efectos no son inmediatos pero sí se verán en el futuro. 'Hay que ganarse la confianza y la credibilidad, y eso se logra poco a poco', reiteró antes de reconocer que decisiones como la reforma del sistema financiero no gustan a mucha gente porque va a afectar a los dividendos y a las cuentas de beneficio de las entidades financieras.
Rajoy comparó el sistema financiero del país con el sistema circulatorio de cuerpo humano para señalar que, aunque funcionen el corazón, el hígado o los riñones, si falla la circulación se producen fallos. De ahí que insistiese en que era prioritario abordar la reforma a la que dio el luz verde el pasado viernes el Consejo de ministros.
Un termómetro para conocer cómo ha sentado la reforma financiera aprobada por el Ejecutivo será la subasta que acometerá hoy el Tesoro Público, con una emisión de letras a 12 y 18 meses en la que espera captar entre 2.000 y 3.000 millones de euros. Además, el jueves se someterá a un nuevo examen con una emisión de bonos y obligaciones. En concreto, subastará obligaciones con cupón 4,40% y vencimiento a 31 de enero de 2015, bonos con cupón 3,25% a 30 de abril de 2016 y obligaciones con cupón 4,00% a 30 de julio de 2015.
La reforma financiera obliga a la banca a destinar otros 30.000 millones de euros para provisionar créditos al sector inmobiliario y promotor sanos que aún no registran incidencias de pago, esto es, morosidad.
Explicó que si se hubieran hecho entonces esas reformas, quizás sí se tendría ahora el mejor sistema financiero del mundo, pero insistió en que como no se llevaron a la práctica, hay que adoptarlas en este momento aunque sea 'tarde, mal y a rastras'. 'Se trata de dar una solución definitiva', reiteró, con el objetivo de que vuelva el crédito y se coloquen a precio de mercado miles de viviendas para que el sector 'vuelva a tirar'.
LOS EFECTOS, EN EL FUTURO
Llevar todo eso a la práctica consideró que es muy complicado, como muchas otras decisiones, pero puntualizó que hay que seguir adelante consciente de que los efectos no son inmediatos pero sí se verán en el futuro. 'Hay que ganarse la confianza y la credibilidad, y eso se logra poco a poco', reiteró antes de reconocer que decisiones como la reforma del sistema financiero no gustan a mucha gente porque va a afectar a los dividendos y a las cuentas de beneficio de las entidades financieras.
Rajoy comparó el sistema financiero del país con el sistema circulatorio de cuerpo humano para señalar que, aunque funcionen el corazón, el hígado o los riñones, si falla la circulación se producen fallos. De ahí que insistiese en que era prioritario abordar la reforma a la que dio el luz verde el pasado viernes el Consejo de ministros.
Un termómetro para conocer cómo ha sentado la reforma financiera aprobada por el Ejecutivo será la subasta que acometerá hoy el Tesoro Público, con una emisión de letras a 12 y 18 meses en la que espera captar entre 2.000 y 3.000 millones de euros. Además, el jueves se someterá a un nuevo examen con una emisión de bonos y obligaciones. En concreto, subastará obligaciones con cupón 4,40% y vencimiento a 31 de enero de 2015, bonos con cupón 3,25% a 30 de abril de 2016 y obligaciones con cupón 4,00% a 30 de julio de 2015.
La reforma financiera obliga a la banca a destinar otros 30.000 millones de euros para provisionar créditos al sector inmobiliario y promotor sanos que aún no registran incidencias de pago, esto es, morosidad.
