“esta vendimia se rondará la contratación de 3.000 ó 4.000 temporeros, muchos de ellos portugueses”

“EL RÍAS BAIXAS SE HA PUESTO DE MODA EN LOS EE UU GRACIAS AL VALOR DE SU CALIDAD”

José Ramón Meirño presidente de la denominación desde 2007
El actual presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, José Ramón Meiriño, hizo un adelanto a este diario acerca de las previsiones sobre la cosecha de 2011, doblemente histórica por adelantarse a agosto y por su volumen, que será un 10% mayor en referencia a los datos de 2010, con casi 32 millones de kilos de uva recogidos.
También aborda el tema de las exportaciones y la presencia del Rías Baixas en el extranjero, que gana mercado al otro lado del Atlántico.

¿A qué se debe una vendimia tan temprana?
Este año, a que la climatología para la viña fue de libro, perfecta en cuanto al momento de adaptación de la cepa, nacimiento de la flor, cuajado… Hubo un tiempo estupendo en los meses de mayo y junio por lo que nació muy bien y no se perdió. Como casi no llovió tampoco aparecieron enfermedades ni grandes problemas para la uva.

El año pasado y el anterior el vino se calificó como muy bueno y los tres años anteriores como excelente. El año pasado fue extraordinaria la cantidad de uva recogida y la calidad del vino y este año incluso se va a superar. Los estudios que se han hecho tanto desde el órgano de control y certificación de la calidad del Consejo Regulador como desde la empresa de auditoría externa que contratamos dan este año una estimación de cosecha que ronda los 35 ó 37 millones de kilos de uva.

Y el año que viene, ¿podría ser mejor?
Bueno, eso no se puede saber. En los gráficos la evolución siempre ha sido de dientes de sierra porque la climatología de la zona de las Rías Baixas es muy variable y cada año cambia. Hay años en que en los meses de julio o agosto se puso a llover, lo que retrasa o adelanta la cosecha y la cantidad de uvas que se recogen. Han venido unos años muy buenos pero todavía no podemos saber nada del siguiente.

Pues que los viticultores se pondrían nerviosos. Pero bueno, ya están concienciados de que tienen que entregar la uva con una calidad y un grado muy bueno para que les sea bien pagada, en razón de la calidad, y para eso la recogida debe ser lo más rápida posible. En los últimos años, la calidad viene siendo la que define el precio final.

Por supuesto. Hay bodegas que contratan más de cien personas esa semana o dos que suelen durar las vendimias. En toda la denominación rondamos los 3.000 o 4.000 temporeros para la vendimia. Son mayoritariamente gente de la zona y también en O Condado y O Rosal suelen acudir autobuses de temporeros portugueses.

También participan muchas mujeres ya que pueden realizar perfectamente estas labores y además lo hacen muy bien. Es también una buena oportunidad para los jóvenes, universitarios por ejemplo, que tienen la oportunidad de ganar algo para sus gastos. Y a la bodega también le conviene tener gente joven que pueda aguantar este trabajo, que no es demasiado pesado pero sí son horas y suelen hacerlo bien.

Sí, y estamos consolidando mercados. Llevamos seis años haciendo una campaña especial en EE UU. Nos gastamos cada año 750.000 dólares, en colaboración con otras instituciones como el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) y ahora mismo es nuestro principal mercado.

Entonces, ¿el albariño gusta también fuera de España?
Gusta, de hecho estamos de moda. En el Reino Unido, otro mercado significativo, nuestra presencia crece cada año, y una de las principales razones es la calidad. Si estamos posicionados en un estamento de precios altos es por algo. Nuestra principal fuerza es la calidad y la defendemos desde la uva en la viña hasta el vino en la copa del consumidor. Esto repercute en nuestra presencia internacional porque asocian la imagen de Galicia a la calidad y al saber disfrutar de los placeres de la vida.

Es que ahí ya no estamos hablando de vino. Y no creo que usen albariño porque no les compensa, es muy caro para darle esa paliza de quitarle el alcohol. Ahí hablamos de otro producto más. Habrá consumidores que lo quieran y supongo que tendrá posibilidades de venta, pero en principio el Consejo Regulador nunca podrá amparar bebidas de vino sin alcohol porque no son en la práctica vinos. El alcohol es una cualidad esencial para que el vino sea vino y si no lo tiene, no vale. El alcohol aporta el retrogusto, el picorcillo en la nariz. En el caso del albariño el retrogusto es casi lo que nos diferencia fundamentalmente y si le quitas el alcohol, nada.

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