¿Sabes qué significa la clasificación energética de tu vivienda y cuánto ahorras al mes?

La clasificación energética entre A y G puede suponer un ahorro de hasta 400 euros anuales en la factura energética

En muchas ocasiones, el ahorro energético de una vivienda va mucho más allá de programar el termostato o de mantener las luces de casa apagadas durante el tiempo que no se utilizan. La eficiencia energética, uno de los grandes olvidados del control de gasto de los hogares permite mantener un estilo de vida sostenible sin tener que complicarse la existencia con acciones poco realistas.

Desde hace ya varios años, los inmuebles son clasificados con letras desde la A hasta la G, en una clasificación que define claramente cuánto dinero se necesita para mantener una vivienda en condiciones de facturación ideal.

El esquema es muy sencillo, la letra A es la más eficiente y la G, la menos y el consumo se verá reflejado de manera sensible entre una y otra.

Tipos de clasificación energética

Esta es la definición de gasto dependiendo de la eficiencia energética de los hogares españoles:

  • Clasificación A

    Son los edificios más sostenibles. Esto quiere decir que los consumos son regulares y eficientes y que el gasto difícilmente superará los 35 euros.
  • Clasificación B

    Son edificios con una consideración de eficiencia muy buena. No es óptimo, pero mantiene unos niveles de gasto que no superan los 45 euros.
  • Clasificación C

    Es el menos bueno, dentro de los más eficientes. Está en la zona en la que ni se ahorra ni se desperdicia energía y los gastos oscilan entre los 50 y 55 euros.
  • Clasificación D

    La gran mayoría de los hogares españoles tienen esta consideración. La vivienda es considerada sostenible, pero se recomienda ya trabajar en accione que les haga subir en la pirámide. El gasto está en torno a los 60 euros mensuales.
  • Clasificación E

    Las viviendas con este tipo de letra ya tienen una eficiencia reducida y el presupuesto comienza a crecer. El gasto es de 65 euros y ya no puede considerarse una vivienda sostenible.
  • Clasificación F

    Consumo poco eficiente y baja sostenibilidad que implica que el gasto mensual ascienda hasta los 75 euros mensuales.
  • Clasificación G

    Es el escalón más bajo. No hay eficiencia ni sostenibilidad y afecta tanto a la cartera del que habita en la vivienda como al planeta. Los gastos son superiores a los 80 euros.

Es evidente que los cálculos que se realizan son aproximados y que es difícil realizar una estimación directa sobre el impacto, pero sí que la diferencia de gasto entre unas viviendas u otras es evidente y que el ahorro de una vivienda A a una G puede ser superior a los 400 euros anuales.

Consejos para reducir el consumo de energía en el hogar

A la hora de reducir el consumo energético en las viviendas es importante tener claro que no es necesario empeorar la calidad de vida, pero sí ser consciente de los cambios que implica querer disminuir el importe de la factura, un menor consumo de energía también supone una factura menor y un impacto medioambiental más bajo.

Las pautas a seguir son conocidas por todos. Usar la calefacción de manera eficiente, reducir el consumo de agua o mantener desenchufados los equipos que no se utilicen son pequeños hábitos que no requieren una inversión y reducen considerablemente la factura.

Otra medida es mejorar el aislamiento de la vivienda, pero para ello sí es necesario invertir dinero y tiempo en ello, aunque el ahorro a medio-largo plazo será considerable.

Por último, sustituir electrodomésticos poco eficientes y maximizar las horas de luz se antojan clave para conseguir reducir la factura energética.

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