La UE debate como pasar de la austeridad al crecimiento

Los líderes europeos, superada la recesión y las elecciones, quieren dar un giro a la política económica 

Los líderes de la Unión Europea (UE) han reabierto, una vez superadas la recesión y las elecciones europeas, el debate sobre el margen que permiten las reglas de consolidación presupuestaria para fomentar el crecimiento y el empleo, las que ellos mismos reforzaron durante la grave crisis de la deuda. Los comicios europeos de finales de mayo fueron la antesala del resurgimiento del "viejo" debate que desataron las medidas de austeridad de la troika en los rescates a Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre, y que se intensificaron en junio con la designación del próximo presidente de la Comisión Europea (CE).

Italia, con el nuevo primer ministro, Matteo Renzi, lideró junto con Francia la renovada controversia sobre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que fue introducido al mismo tiempo que la moneda única para conseguir unas finanzas públicas saneadas y que establece el límite del déficit en el 3 % del Producto Interior Bruto (PIB) y el de la deuda en el 60 %. A finales de 2011 se reforzó el PEC a través de seis medidas conocidas como el "six pack" y en 2013 con el paquete legislativo sobre supervisión presupuestaria y el Pacto Presupuestario, lo que generó una compleja estructura que incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido simplificar recientemente.

En aquellos momentos, la UE y especialmente la eurozona -la afectada por las sanciones previstas en las reglas- repetían, acuciadas por la crisis, que nunca más ningún país podía saltarse las normas, como hicieron en 2003 Alemania y Francia.

Tras reforzar el marco legislativo y después de regresar la calma, los líderes creían adecuado el momento para volver a reflexionar sobre las reglas. Lo era porque los líderes tenían que aprobar en la cumbre de finales de junio la agenda estratégica para los próximos cinco años, la legislatura comunitaria que presidirá Jean-Claude Juncker, si como está previsto es confirmado por la Eurocámara el día 15.

También favoreció el debate el hecho de que el número de países con un expediente por déficit excesivo abierto se haya reducido de los 24 que había en 2011 a 11 y que el crecimiento había vuelto a la UE.

Para Renzi, que dirige un país cuyo déficit se sitúa por debajo del 3 %, pero cuya deuda supera el 132 % del PIB, era importante dejar claro que, a cambio de su apoyo a Juncker, hará falta cambiar el enfoque desde las medidas de austeridad que han sido la respuesta a la crisis a las que apuntalan el crecimiento y el empleo.

Flexibilidad

Conforme el debate se intensificaba, Italia y Francia matizaron, en parte por una Alemania poco dispuesta a suavizar las normas, sus ambiciones y aclararon que no querían cambiar las reglas existentes, sino aprovechar plenamente la flexibilidad que ofrecen las mismas. Y así quedó plasmado en la agenda estratégica y en las conclusiones de la cumbre, en la que los líderes recalcaron que "respetamos el PEC" y que "todas nuestras economías necesitan continuar con las reformas estructurales".

No obstante, admitieron que hacen falta "medidas audaces para fomentar el crecimiento, aumentar las inversiones, crear más y mejores empleos y alentar reformas en pro de la competitividad", y que ello "requiere también hacer el mejor uso de la flexibilidad contenida en las reglas del PEC actuales". Esa flexibilidad permitió durante la crisis centrarse en el déficit estructural, tener en cuenta el ciclo económico y la situación específica de cada país, y dar en 2012 a España, Portugal y Grecia y en 2013 a Francia, Holanda, Polonia y Eslovenia más tiempo para corregir sus desfases presupuestarios.

Inversiones

Igualmente, en julio pasado, la CE anunció que dará más flexibilidad a los países que se desvíen de sus objetivos de reducción del déficit para que ejecuten inversiones en proyectos que son cofinanciados con fondos europeos y tienen efectos "positivos, directos y verificables". No obstante, ese margen solo se aplica a los países que no se encuentran en el procedimiento por déficit excesivo y solo si no viola el límite del 3 % del déficit y el del 60 % de la deuda.

En la cumbre parecía que las ambiciones de Italia y de Francia habían quedado abortadas por Alemania, pero el debate seguirá vivo hasta al menos finales de año.

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