Las altas temperaturas de la primavera aceleraron la maduración de las uvas y las lluvias recientes la hidrataron

La vendimia 2011 en las Rías Baixas, histórica al adelantarse casi un mes

Los viñedos (en la foto en Redondela) están repletos de uvas ya completamente maduras.
Las altas temperaturas en primavera y las lluvias espaciadas en verano han provocado que la vendimia en las Rías Baixas se lleve a cabo este año casi un mes antes de lo habitual.
La campaña que está a punto de comenzar pasará a la historia por ser la más adelantada.
Dentro del albariño, que es una variedad de por sí temprana, las zonas de O Condado y O Rosal son particularmente precoces.

Con el próximo lunes como posible fecha de inicio de su vendimia, bodegas Viña Nora, en As Neves, será una de las más madrugadoras de la Denominación de Origen Rías Baixas. Su gerente, Sergio Alén, confirmó a este diario que tras el último muestreo realizado hace dos días el fruto está listo para ser recogido. “Si de aquí al lunes llueve podría darse un pequeño parón en la recogida, pero aún así la vendimia será excepcionalmente temprana”.

Bodegas Fillaboa, en Salvaterra de Miño, prevé empezar la recogida el 29 de agosto. Su encargado, Antonio González, indica que esto supone un adelanto de una semana respecto al año pasado en la misma bodega, que ya había sido especialmente precoz. “El no ser la vendimia a finales de septiembre sino en agosto favorece en parte también a los temporeros, ya que la mayoría son jóvenes que estudian durante el invierno y este año no se solapará con sus clases”.

septiembre, lo habitual
Rubén Simón, encargado del área comercial en bodegas As Laxas, en Arbo, apunta tras los últimos muestreos a la primera semana de septiembre como fecha de inicio. “Se suele decir que hasta después del Libramiento, que es el día 10, no se empieza a vendimiar. Si el año que viene continúa la tendencia de los dos últimos, este dicho dejará de tener sentido”.

Por su parte, el director técnico de la Denominación de Origen Rías Baixas, Agustín Lago, señala que el histórico adelanto de la vendimia no tendrá mayores consecuencias para las bodegas en la medida en que el propio clima primaveral permitió su predicción. Sería en la contratación de temporeros en lo que podría repercutir más directamente, sin embargo, “para bien o para mal, el complicado momento económico en el que nos encontramos hace que probablemente este adelanto de dos semanas respecto al año pasado y de un mes respecto a la media no influya en la cantidad de gente que esté dispuesta a trabajar en la recogida de la uva”.

Las buenas condiciones climáticas registradas en los últimos meses son las responsables de que las bodegas de las Rías Baixas barajen unas fechas de recolección sin precedentes.

La cálida primavera propició una maduración rápida de la uva y las recientes lluvias han hidratado los racimos. El fruto ya está en fase de maduración definitiva y no podrá esperar mucho más tiempo en la cepa.

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