Investigador arqueológico

Bruno Rúa: ’No hay ningún respeto por el patrimonio’

Bruno Rúa.
Bruno Rúa, licenciado en Filosofía e investigador de Arqueología en Verín, ha editado una Guía Arqueológicas de la comarca de Monterrei en la que recoge los restos y hallazgos que hay en la cuenca del Támega.
La guía que ha escrito cataloga todos los yacimientos y restos arqueológicos, ¿hay muchos?

Sí, los más destacados que están confirmados son 45 castros en toda la comarca, 70 petroglifos sencillos y otros muchos. Desde la época de Xesús Taboada Chivite no se ha hecho nada, falta mucho trabajo por hacer en esta materia de arqueología.

¿Se presta atención al patrimonio o sigue siendo un bien descuidado?

El cuidado y el interés por el patrimonio es una asignatura pendiente. En los últimos años ha habido un expolio continuo que abarca desde excavaciones clandestinas a un mercado negro aún existente entre Galicia y Portugal. Basta con mirar hacia el castillo de Monterrei, concretamente a la iglesia, donde han desaparecido tallas y piezas valiosas. Además, no hay ningún respeto ni iniciativas políticas para mantenerlo en buen estado y valorarlo, cuando podría ser un recurso dinamizador de turismo y economía en la comarca. En Medeiros, por ejemplo, hay una antigua necrópolis cuyos restos están guardados bajo un alpendre de uralita, es una vergüenza. En Retorta (Laza), sobre la torre románica de la iglesia se hizo un encofrado de cemento para que pudieran escucharse las campanas. En el templo de Mixós, se echó pintura alrededor de unas pinturas del siglo XIII...Y así sucesivamente.

¿Qué hace falta, entonces, para poner en valor los valores arqueológicos de la comarca?

Infundir respeto y educación por la cultura, pero si los que gobiernan no tienen la más mínima sensibilidad, no se puede enseñar. El patrimonio es lo último en lo que se les ocurre invertir, cuando a largo plazo puede generar recursos. Sólo funciona poner aceras y alumbrados. Una anécdota es que durante las obras de la autovía se descubrió un yacimiento neolítico donde apareció un hueso de ser humano, el más viejo de Galicia, y lo enterraron cuando el progreso es compatible con el patrimonio.

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