Cerca de un millar de participantes en el desfile que recorrió las calles céntricas demostrando un gran poder de convocatoria
Celanova guardó fuerzas para la traca final del Entroido y lució el resultado. Cientos de personas participaron en el desfile y se prestaron a ser espectadores, que es una forma de participar también. Con el rabillo del ojo los participantes estaban mirando al cielo para ver si las anunciadas precipitaciones podrían aguar la fiesta. Sin embargo, la meteorología respetó e invitó a una participación masiva.
Diversión, colorido, implicación... La calle Miguel Ángel Blanco fue la zona cero, el punto de partida para una celebración que arrancó poco después de las 17:00 horas. El recorrido alcanzó también a la Praza Maior y se prolongó hasta las rúas da Botica y Encarnación, para confluir en la avenida San Rosendoy regresar Praza Maior, en esta ocasión por la rúa Celso Emilio Ferreiro.
Varias charangas acompañaron el recorrido y a los participantes, acreedores de alguno de los premios previstos por la organización. Sin embargo, como reconocen en la villa, la mejor recompensa es participar en los festejos del Entroido y esperar ya por los del año que viene.
