Entroido 2023: Multitudinaria batalla de harina en Xinzo de Limia por el domingo fareleiro

photo_camera Xinzo de Limia disfrutó un año más con el domingo Fareleiro, una de las primeras citas del Entroido ourensano
Continúan las actividades del Entroido en la provincia de Ourense: un manto blanco cubrió por completo la Praza Maior de Xinzo de Limia en el regreso del domingo Fareleiro, el que abre el ciclo festivo más largo de la provincia

Risas, carreras, saltos y mucha ilusión en el regreso, por todo lo alto, del Entroido en Xinzo. Cientos de personas tomaron la Praza Maior en una divertida batalla campal con la harina como única arma para alcanzar la diversión en el Fareleiro.  “Esto es vida. Volver otra vez a vivir todo. Juntarse todo el mundo, sin mascarillas, libertad… volver a empezar el Entroido de verdad. El año pasado fue como poner una golosina en la boca sin poder morderla… ¡hoy saboreamos!”, comentaba Carlos Camaño. Puro Entroido ourensano.

El ambiente festivo, que arrancó en la medianoche del sábado con el petardazo, se desarrolló sin incidencias de gravedad. “A valoración é moi positiva. Despois de tanto tempo esperando…  a xente estaba con ganas”, dijo la presidenta de la comisión, Adriana Jiménez, quien comentaba que, aunque el grueso de la celebración fue de tarde, ya hubo ambiente por la mañana y “a tardiña quedaba a praza chea”, dijo.

Cruzar la plaza sin sentir la lluvia de harina en el cuerpo - solo la cara se salva del ataque- fue imposible y, en algunos momentos, el volumen fue tal que oscureció la soleada tarde de domingo. “Nós vimos de novatas. Aquí a xente ben moi ben equipada… e tamén esquecémonos da fariña!”, reían las jóvenes Paula y Antía, de Maceda. También era la primera vez para las estadounidenses Margot y Emma, dispuestas a zambullirse en las tradiciones ourensanas. “Es muy divertido, nos encanta mucho, no es así en Estados Unidos”, relataban sorprendidas. Los veteranos Javier y Míriam, ataviados con gorro y bata de baño, resaltaban lo especial de la jornada: “Es el primer Fareleiro de la enana, Mara” que, nada más pisar la plaza, reclamaba a sus progenitores para hacer de las suyas. 

Al otro lado del espolón, Maren disfrutaba del espectáculo con sus padres. “Es muy chulo, divertido”, confesaba esta pequeña de Moreiras con ganas de disfrutar del carnaval. “Ya tengo el disfraz, pero es secreto”, confesaba entre risas. Casi de su misma edad, el limiano Leo estaba tapado hasta las orejas para bloquear los ataques. “Tirar fariña está ben, pero o que máis me gusta é o Oleiro”, confesaba sobre la cita del próximo domingo. 

Después del parón sufrido por la pandemia, esta localidad ourensana, uno de los puntos marcados en rojo en el calendario del carnaval gallego, ha dado el pistoletazo de salida al ciclo más largo de Entroido del noroeste peninsular, esta vez sin restricciones, con una auténtica batalla campal de harina, donde mayores y jóvenes no se libran de acabar totalmente blancos. Todo ello, amenizado por la música de las charangas.

 

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