El Entroido de Ourense echará de menos a sus figuras más tradicionales

Los Puchos de Buxán en Viana do Bolo.
photo_camera Los Puchos de Buxán en Viana do Bolo.
A lo largo y ancho de la provincia se suceden las máscaras, trajes, celebraciones etnográficas que llenan de "troula" y colorido los lugares por donde pasan.

Ourense es Entroido. Cada lugar, independientemente de su número de habitantes consta de un folclore único, que lo distingue de todos los demás. En la provincia, hay alrededor de 30 trajes y máscaras típicas que han ido sobreviviendo con el paso de los años en algunos casos, y en otros que se recuperan en la actualidad. Este año, triste sin Entroido, merece la pena repasar cuáles son esos iconos del carnaval.

Se muestran a través de un mapa interactivo los entroidos de la provincia (Desliza para conocerlos todos)

Anxeos (Parada de Sil)

Es una tradición prácticamente nueva. Se visten con un saco de patatas y de ahí viene el nombreademás usan una capucha para ocultar su rostro de las miradas de los vecinos. El atuendo es fácil de conseguir y la elaboración no requiere demasiado tiempo, así, todo el mundo puede ir disfrazado, nadie tiene excusa. Se reúnen el sábado de Entroido a las 12:00 horas de la mañana y van visitando los pueblos más cercanos.

A Bonita, Sande (Cartelle)

Son las máscaras de Don Carnal, ya van más de tres décadas recuperando la tradición y en 2002 crearon una asociación para incentivar este Entroido típico. Salen a la calle el martes de carnaval ataviadas con una máscara que se asemeja a un rostro humano pintarrajeado y además llevan por sombrero un majestuoso plumaje.

Boteiro (Viana do Bolo e Vilariño de Conso)

  • Viana

Personaje centenario de un origen difuso, seguramente se remonte varios siglos. Cada máscara es una obra de artesanía por sí misma, son únicas no hay dos iguales, los trajes de mi colores solamente quedan eclipsados por las impresionantes ornamentos de la cabeza. La función de las personas que la portan es encabezar las comitivas, anunciando y abriendo paso.

  • Vilariño

Cumplen las mismas funciones que los boteiros de Viana y que muchas otras figuras de carnaval presidir los fulións, comitivas donde tocan los músicos. Sin embargo su aspecto es diferente, las máscaras se caracterizan por unos bigotes a los lados de la nariz y la estructura que va por encima de sus cabezas es como un gran sombrero plano. Es otro de los Entroidos más característicos y antiguos de la provincia.

Cabreiros (Muiños y Vilar de Cas)

Otra de las figuras que se ha recuperado con el paso del tiempo. Se visten como pastores debido a los orígenes de la tradición, la máscara se compone por unos cuernos y un pelaje blanco, simulando al de una cabra. Por si este homenaje no fuese suficiente se celebra en la comarca la Fiesta del Cabrito Asado coincidiendo con la celebración del carnaval, este año reinventándose a causa del coronavirus. En Vilar de Cas fueron pioneros en recuperar la tradición y cada lugar celebra la tradición de los cabreiros de forma independiente.

Charrelos (A Veiga)

Simboliza el espíritu más ancestral de esta tradición, el charreo se perdió en los años sesenta y se recuperó tres décadas después, también se está revitalizando las otras dos figuras que lo acompañan, son el "boi" y la "muerte". Las tres en conjunto representan el ritual de bendecir los cultivos de cara a la primavera. El personaje es dueño y señor del Entroido, lleva una máscara de madera y un traje hecho a mano muy colorido.

Chocalleiros (Vilardevós)

Después de 40 años, se sigue trabajando para recuperar la figura típica de su Entroido. La máscara consta de unas cintas muy coloridas que la distinguen de otras y la hacen singular, por si esto fuera poco son inconfundibles por el sonido que hacen las "chocas" que llevan mientras pasean.

Salida de uno de los Chocalleiros en 2018

Cigarróns (Verín)

Es una figura mítica y famosa, símbolo del Entroido en todo Ourense. El protagonista es el Cigarrón, su máscara está considerada como una de las más antiguas, sobre ellas está la mitra que se decora con una pintura sobre la naturaleza, son elaboradas, coloristas y de temática variada. Los trajes coloridos llevan cencerros para hacerse notar entre la gente, hacen carreras por las calles y son el alma de la fiesta verinense.

Felos (Maceda, Maside, Esgos y Boborás)

  • Maside

Se caracterizan, por ir montados a caballo, a estos se les conoce como los Felos de Garabás porque es la parroquia que recorren atravesando los distintos pueblos y llevando el Entroido por donde pasan. Ocupan el puesto principal en el desfile en el que participan cada año más de 200 personas. La tradición se recuperó a partir del año 1988, se desconoce el origen concreto pero hay documentos de 1920 donde ya hacen acto de presencia en la historia de la localidad. Otro detalle característico es el sombrero.

  • Maceda

A simple vista guardan similitudes con las máscaras de Laza o Verín pero se distinguen por una serie de trazos como por ejemplo el bastón que les acompaña, lo utilizan para abrirse paso y apoyarse en las largas caminatas. "Es una máscara que hace lo que quiere" así lo cuenta Santiago Prol, historiador que además resalta las diferencias entre las máscaras de los felos y las del "triángulo mágico". Otra diferencia clara son los alaridos que emiten, similares a aullidos de lobo, se llaman esgutíos.

  • Esgos

Al igual que las demás figuras destacadas del carnaval ourensano, recorren los pueblos anunciando el comienzo de esta festividad. Salen en procesión con las madamas, mujeres que les acompañan muy elegantemente vestidas. Sus caretas son cilíndricas y alargadas, llevan además un cinturón de "esquilóns", lazos de colores. El origen de la tradición se remonta a los años 60 cuando se recuperó el traje, sin embargo, proviene de un patrimonio cultural mucho más antiguo.

  • Feás (Boborás)

La tradición se recuperaba en el año 2019, cuando una treintena de vecinos confeccionaron ellos mismos los trajes típicos de este municipio. Sombreros altos, abanicos y trajes de un gran colorido llenan las calles de este pueblo y recorren las aldeas vecinas en procesión haciendo ruido con los cencerros como en otras localidades de la provincia, estos suman otro cencerro más en una vara. La recuperación se llevo a cabo por el concello, los más veteranos recuerdan este personaje de su infancia.

Follateiros (Lobios)

Es una figura muy tradicional que también se ha ido recuperando con el paso del tiempo. Es característica del Entroido de esta zona de la Baixa Limia. Los que se ponen en la piel de los Follateiros se visten con hojas y ramas que se relacionan con la cosecha. Constituyen otra forma de representar el ritual pagano para bendecir la tierra y que de sus frutos en primavera

Fray Canedo (Ourense)

Es quizás uno de los personajes de la provincia más gamberros. Sale en procesión con el pene al aire acompañado de los miembros de la cofradía que se visten de militares. En los actos solemnes se lee el pregón después los miembros veteranos proceden al bautizo de los "novatos" que van a ingresar en esta asociación tan representativa y entroideira del barrio de A Ponte de Ourense.

Galos, A Mezquita (A Merca)

En este pueblo de Celanova el gallo es su animal por excelencia. Después de reyes se conmemora una tradición típica, conocida como la "corrida dos galos" en la que se decapitaban estas aves. Es un ritual pagano y antiguo que en 2015, ante las protestas de diversos colectivos, sustituyó al animal por representaciones de trapo. Durante el Entroido vuelve a ganar fuerza ya que su máscara tradicional es un sombrero de muchos colores con la figura del gallo, la cara va tapada por un antifaz. Son los trajes por excelencia en San Pedro de A Mezquita donde llevan más de 250 años respetando esta tradición.

Gárgolas (Celanova)

Las máscaras están inspiradas en las estatuas que hay en el monasterio de San Rosendo, gárgolas que decoran el claustro barroco y que cobran vida para salir durante la noche del viernes previo al sábado de piñata. Es la figura típica del Entroido celanovés, llevan varios años promocionándola par que sea el icono local durante estas fechas.

Gárgolas de Celanova, de negro y con la máscara

Gárgolas de Celanova, de negro y con la máscara

Labardeiros y Señoritas, Mugares (Toén)

La tradición se recuperó gracias a la Asociación de Mulleres Rurais de Amencer. Las flores de varios colores son las protagonistas de los trajes de ambos personajes, la diferencia principal es que los labardeiros llevan un sombrero en forma de capuchón y la cara tapada con una tela vaporosa. Las señoritas por su parte llevan un sombrero muy vistoso y falda blanca adornada también con flores. Acompañan en procesión a los mecos, que el año pasado tenían cierto parecido a Melania y Donald Trump.

Madamitas (Entrimo)

El color blanco predomina en esta máscara típica del Entroido de Ourense. Es una sátira muy antigua que nace para burlarse de los señoritos (la gente rica) de épocas pasadas, por eso lucen una vestimenta tan recatada. Los sombreros son de paja y con un velo blanco, los detalles, como cinturones, corbatas o pañuelos, suelen ser de color rojo, los hombres en contraposición llevan un cucurucho con cintas de colores sobre fondo negro. Recorren las calles principales de la localidad y las aldeas vecinas, llevando el Entroido a su paso.

Mazcaras (Manzaneda)

Acompañan a los fulións por las aldeas de la comarca mientras bailan al compás de los bombos haciendo sonar sus chocas. La tradición ha ido pasando de padres a hijos y hoy en día quedan alrededor de 50 personas que se engalanan con el traje típico. Ponérselo es un proceso de 30-40 minutos. Los sombreros son uno de los elementos más característicos consiste en un armazón de estructura cónica que va adornado con cintas y papeles de colores

Pantallas (Xinzo)

Su origen se remonta a mediados del siglo XIX aunque no se sabe con total certeza. La elaboración del traje y la máscara es completamente artesanal y se realiza con materiales caseros. Son las reinas del Entroido limiano, animan la fiesta y penalizan a las personas que no van disfrazadas. Hacen chocar entre si las enormes vejigas de vaca que llevan para hacer ruido a su paso.

Peliqueiros (Laza)

Se caracterizan por la máscara, una cara humana de sonrisa burlona, vello facial y coloretes. Son la máxima autoridad entroideira para los lazanos, presiden el fulión donde van los músicos y hacen sonar los cencerros de la cintura para hacerse notar. Encima de las máscaras llevan una ornamenta conocida como mitra en la que se representan dibujos de animales. Se parecen y mucho a los cigarrones de Verín, para los expertos solo se diferencian e los recorridos que hacen y en sentimiento de cada persona que está detrás de cada personaje.

Pitas (Eiroás)

Una máscara muy característica, de color blanco y negro que se hace a mano por cada una de las pitas. Encima llevan un cilindro multicolor y lucen en el hombro un broche del que cuelga por lo menos una cinta. Cada año se utiliza un lazo distinto, si un pita corrió el Entroido tres veces tendrá tres lazos. El traje cumplió el año pasado 20 años, una de sus funciones consiste en participar en el día de las olas, los recipientes de barro se pasan de mano en mano hasta que se rompen, y también hacen acto de presencia en la "Voda da Pita"

Puchos, Buxán (Viana do Bolo)

En este pequeño pueblo de Viana los personajes típicos no podrían ser más coloridos. Su sombrero es un capuchón que tiene en el centro una muñeca, las cintas de colores son larguísimas y cuelgan desde la cima hasta las rodillas. El "pucho" que así es como se conoce el sombrero, llevaba antiguamente postales.

Troteiros (Bande)

El traje típico del Entroido banduense se recuperó en el año 2000 y desde hace más de un lustro existe una asociación para fomentar esta tradición y que cualquiera pueda hacerse el disfraz. En la actualidad salen a desfilar unos 300 troteiros, se llaman así porque "trotan" de un pueblo a otro llevando el Entroido a su paso. El color que predomina en el traje es el blanco, el gorro de paja lleva un erspejo para combatir el mal de ojo y las cintas de colores substituyen a las yedras primitivas.

Vellarón (Riós)

La careta de la máscara está hecha de cartón, y representa  una cara humana, con una nariz larga y afilada, negros bigotes y barba. En los laterales de la careta lleva unas grandes orejas hechas de papel plegado en forma de acordeón, en tanto la parte posterior se cubra con papeles de colores variados. Salen en el desfile principal recorriendo pueblos y villas de la comarca.

Uno de los Vergalleiros entonando el cuerno.

Uno de los Vergalleiros entonando el cuerno.

Vergalleiros (Sarreaus)

Se distinguen de otras máscaras del Entroido de la provincia por el cuerno que portan y llevan colgado de la cintura, las polainas negras. Su nombre proviene del "vergallo" un instrumento similar a un látigo que también llevan consigo. La máscara y su inconfundible sonrisa está hecha de pasta de papel con un dibujo de cabeza de toro en la parte frontal. La recuperación de esta tradición comenzó en el año 1991.

Zarramoncalleiro (Cualedro)

Las mitras son de color amarillo y se decoran con motivos florales, sus trajes de color blanco y rojo llevan unos pompones en las piernas. El personaje está basado en la figura del cobrador de impuestos que ahora se dedica a exigir que le paguen unos tragos de licor café. El Entroido típico de Cualedro siempre estuvo eclipsado por Laza Xinzo y Verín ya que se encuentra en el medio del denominado "triángulo máxico", su recuperación comenzó en 2003 gracias a un grupo de mujeres.

Esta recopilación no es definitiva y después de estudiar la materia con detenimiento se podría decir que cada aldea, villa, parroquia, pueblo... a lo largo de la provincia de Ourense tiene su personaje típico y sus costumbres propias. El Entroido se vive de forma distinta en cada lugar, aquí están expuestas máscaras que se distancian en menos de 20 kilómetros unas de las otras y no tienen nada que ver. Son todos los que están pero quizás no sean todos los que son. Ourense es con diferencia el Entroido más diverso de toda Galicia, donde la cultura y la tradición están más arraigadas en la sociedad.

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