Vecinos y visitantes de Viana do Bolo vivieron con intensidad uno de los momentos álgidos de su Entroido en la medianoche del martes, con la quema -al filo de la medianoche- de "Os lardeiros".
Previamente, la jornada había estado marcada por la Gran Fariñada -a primera hora de la tarde-, que fue seguida de un nuevo recorrido de los fulións por las calles de la villa vianesa, haciendo sonar sus poderosos tambores, mientras los disfraces bailaban a su son.
Ya en torno a las diez de la noch se daba paso a la tradicional cena de fulións y comparsas, que reunió en el pabellón de deportes de la localidad a decenas de personas en torno a los productos típicos de estas fechas. Y tras la degustación gastronómica se dio paso a la quema de Os Lardeiros en la Praza Maior y el concurso de disfraces, que estuvo acompañado por una disco móvil que animó el baile hasta altas horas de la madrugada.
Una sardiñada y degustación de torrijas pusieron ayer el punto y final a la fiesta entroidera de la fiesta vianesa.