En torno a 850 comensales se dieron cita en el pabellón de O Aguillón en un evento que atrae también a decenas de personas de fuera del Concello
La localidad de A Rúa volvió a vivir uno de los eventos gastronómicos que le proporcionan más repercusión, ya no solo en el propio concello sino fuera de él. La Festa do Codillo cumplía ayer nueve ediciones y el pabellón municipal de O Aguillón tuvo una gran entrada, como se correspondía con la expectación levantada. Todo el recinto se convirtió en un gigantesco comedor en el que se sirvieron más de 850 menús en los que el codillo de cerdo fue el ingrediente fundamental. El movimiento fue intenso desde primera hora de la mañana con los preparativos en la cocinas, con el fin de tener todo a punto para cocinar para tanta gente. Las entradas ya estaban agotadas desde comienzos de semana, lo que da idea del interés que despierta este evento lúdico y gastronómico.
El menú para la ocasión, y por el que los comensales pagaron 15 euros, estaba compuesto por consomé, codillo, grelos, chorizo, cachelos, pan y vino, con bica, café y licores a los postres. Pero la ocasión no solo tenía vertiente lúdica y gastronómica, sino que el Concello de A Rúa había dispuesto una serie de actos institucionales, aprovechando la presencia de cientos de vecinos de la localidad. La alcaldesa, María González Albert había tomado la decisión de que se rindiese homenaje a José Manuel Ferreira, empleado municipal recientemente fallecido, a Protección Civil y a la Agrupación Teatral Ruada.
