La Guardia Civil ha desarticulado una organización dedicada al tráfico de cocaína que 'cortaba' la droga con una sustancia altamente cancerígena. La operación, denominada 'Quindío', se saldó con la detención de 19 personas, entre ellas un ciudadano colombiano que era el cabecilla de la red, así como con la incautación de un chalet y diez turismos.
Las investigaciones se iniciaron hace un año, tras tenerse conocimiento de que esta organización, que se dedicaba a introducir importantes cantidades de cocaína procedente de Colombia, operaba en la Región de Murcia.
La teniente de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Murcia explicó que la desarticulación de la banda fue 'compleja', por la cantidad de medios que empleaba para evitar ser detectada. De hecho, estaba perfectamente jerarquizada y cada uno de sus integrantes ocupaba un papel concreto: dirección, contabilidad, adquisición de la droga, y su manipulación y 'corte'.
La organización estaba dividida en dos grupos, uno integrado por ciudadanos colombianos y españoles, y el otro por ciudadanos colombianos, cubanos y españoles. En ambos casos, se dedicaban a introducir, preparar y distribuir la cocaína en España, principalmente en la Región de Murcia.
Para ello, contaba con laboratorios clandestinos en viviendas en alquiler y domicilios privados. En ellos, los conocidos como 'cocineros' se dedicaban a 'cortar' la droga, esto es, mezclarla con otras sustancias obteniendo mayores cantidades, que envasaban en paquetes de medio kilo y de un kilo, utilizando prensas hidráulicas.
Entre las sustancias de 'corte' empleadas por la banda figura la fenacetina, prohibida, altamente cancerígena y que está siendo utilizada ahora con más asiduidad, ya que anteriormente se utilizaban otras sustancias para estos fines.
La red contaba también con un sistema de distribución 'al menudeo' a través de un taller de confección de papelinas y varios repartidores, quienes servían los pedidos a los consumidores finales de la Región de Murcia.
La operación se desarrolló en una primera fase a primeros de julio, en la que se realizaron intervenciones y registros domiciliarios, con el resultado de seis detenidos y la desarticulación del primer grupo de la red.
La segunda fase, efectuada hace unos días, incluyó un amplio dispositivo, con once entradas y registros, cinco de ellos simultáneos, en los que, además de drogas y material relacionado con el tráfico de estupefacientes, se desmanteló un laboratorio clandestino, deteniendo a trece personas.
En concreto, se desarticuló un laboratorio clandestino para el tratamiento de cocaína en Elche (Alicante) y parte de otro en un domicilio de Santomera (Murcia), así como un taller clandestino en Puerto Lumbreras (Murcia) para la manipulación y distribución de droga en forma de 'papelinas'.
A los 19 arrestados --14 colombianos, tres españoles, un cubano y un lituano-- se les considera presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas y asociación ilícita. Los detenidos, junto a todo lo intervenido, se encuentran a disposición del juzgado de instrucción número 7 de Murcia, no descartándose nuevas detenciones.
Entre lo intervenido hay cuatro kilos de cocaína con una pureza cercana al 100 por cien, al recibirse directamente de su punto de producción en Latinoamérica, y que al no ser apta para el consumo directo, se 'cortaba' con otras sustancias, obtenido como mínimo el doble de cantidad.
Las sustancias de 'corte' empleadas, también aprehendidas sumando varios kilos, son fenacetina, cafeína y escama, así como varios litros de productos químicos como éter, acetonas, disolventes y alcoholes, además de balanzas de precisión y diversos envases y placas metálicas para la confección de paquetes de cocaína.
Igualmente, se hallaron otras cantidades menores de diversas drogas, como marihuana, fármacos y resina de hachís, y se intervinieron 50 teléfonos móviles, diez turismos (uno de ellos de alta gama que fue sustraído de un país de la UE), cinco equipos informáticos completos, diversos electrodomésticos y dispositivos electrónicos, como televisores de grandes dimensiones, cámaras digitales de vídeo y fotografía, GPS, un chalet en Santomera y 2.000 euros en efectivo.
Los resultados de la Operación 'Quindío', nombre de uno de los 32 departamentos de Colombia, fueron presentados hoy, en rueda de prensa, por el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, quien felicitó a la Guardia Civil y resaltó 'el trabajo incansable y silencioso que realiza en defensa de los ciudadanos'.
La anécdota de la jornada la protagonizó uno de los 50 teléfonos móviles intervenidos, que comenzó a sonar en plena presentación ante los medios de comunicación. Ante el desconcierto inicial, ya que nadie lo identificaba como suyo por la melodía 'El mundo se equivoca', de La Quinta Estación, que sonaba como tono, González Tovar bromeó asegurando que 'los malos siguen comunicándose', provocando las risas de los asistentes.
La teniente de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Murcia explicó que la desarticulación de la banda fue 'compleja', por la cantidad de medios que empleaba para evitar ser detectada. De hecho, estaba perfectamente jerarquizada y cada uno de sus integrantes ocupaba un papel concreto: dirección, contabilidad, adquisición de la droga, y su manipulación y 'corte'.
La organización estaba dividida en dos grupos, uno integrado por ciudadanos colombianos y españoles, y el otro por ciudadanos colombianos, cubanos y españoles. En ambos casos, se dedicaban a introducir, preparar y distribuir la cocaína en España, principalmente en la Región de Murcia.
Para ello, contaba con laboratorios clandestinos en viviendas en alquiler y domicilios privados. En ellos, los conocidos como 'cocineros' se dedicaban a 'cortar' la droga, esto es, mezclarla con otras sustancias obteniendo mayores cantidades, que envasaban en paquetes de medio kilo y de un kilo, utilizando prensas hidráulicas.
Entre las sustancias de 'corte' empleadas por la banda figura la fenacetina, prohibida, altamente cancerígena y que está siendo utilizada ahora con más asiduidad, ya que anteriormente se utilizaban otras sustancias para estos fines.
La red contaba también con un sistema de distribución 'al menudeo' a través de un taller de confección de papelinas y varios repartidores, quienes servían los pedidos a los consumidores finales de la Región de Murcia.
La operación se desarrolló en una primera fase a primeros de julio, en la que se realizaron intervenciones y registros domiciliarios, con el resultado de seis detenidos y la desarticulación del primer grupo de la red.
La segunda fase, efectuada hace unos días, incluyó un amplio dispositivo, con once entradas y registros, cinco de ellos simultáneos, en los que, además de drogas y material relacionado con el tráfico de estupefacientes, se desmanteló un laboratorio clandestino, deteniendo a trece personas.
En concreto, se desarticuló un laboratorio clandestino para el tratamiento de cocaína en Elche (Alicante) y parte de otro en un domicilio de Santomera (Murcia), así como un taller clandestino en Puerto Lumbreras (Murcia) para la manipulación y distribución de droga en forma de 'papelinas'.
A los 19 arrestados --14 colombianos, tres españoles, un cubano y un lituano-- se les considera presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas y asociación ilícita. Los detenidos, junto a todo lo intervenido, se encuentran a disposición del juzgado de instrucción número 7 de Murcia, no descartándose nuevas detenciones.
Entre lo intervenido hay cuatro kilos de cocaína con una pureza cercana al 100 por cien, al recibirse directamente de su punto de producción en Latinoamérica, y que al no ser apta para el consumo directo, se 'cortaba' con otras sustancias, obtenido como mínimo el doble de cantidad.
Las sustancias de 'corte' empleadas, también aprehendidas sumando varios kilos, son fenacetina, cafeína y escama, así como varios litros de productos químicos como éter, acetonas, disolventes y alcoholes, además de balanzas de precisión y diversos envases y placas metálicas para la confección de paquetes de cocaína.
Igualmente, se hallaron otras cantidades menores de diversas drogas, como marihuana, fármacos y resina de hachís, y se intervinieron 50 teléfonos móviles, diez turismos (uno de ellos de alta gama que fue sustraído de un país de la UE), cinco equipos informáticos completos, diversos electrodomésticos y dispositivos electrónicos, como televisores de grandes dimensiones, cámaras digitales de vídeo y fotografía, GPS, un chalet en Santomera y 2.000 euros en efectivo.
Los resultados de la Operación 'Quindío', nombre de uno de los 32 departamentos de Colombia, fueron presentados hoy, en rueda de prensa, por el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, quien felicitó a la Guardia Civil y resaltó 'el trabajo incansable y silencioso que realiza en defensa de los ciudadanos'.
La anécdota de la jornada la protagonizó uno de los 50 teléfonos móviles intervenidos, que comenzó a sonar en plena presentación ante los medios de comunicación. Ante el desconcierto inicial, ya que nadie lo identificaba como suyo por la melodía 'El mundo se equivoca', de La Quinta Estación, que sonaba como tono, González Tovar bromeó asegurando que 'los malos siguen comunicándose', provocando las risas de los asistentes.
