La sentencia dicta que "no resulta acreditado" que el acusado hubiese participado en los disturbios durante las manifestaciones
El Juzgado Penal 28 de Barcelona ha absuelto al 'casteller' que se enfrentaba a casi cinco años de cárcel por supuestos desórdenes públicos al "no resultar acreditado" que el acusado hubiese participado en los disturbios durante las manifestaciones contra el desalojo de la casa 'okupa' de Can Vies quemando contenedores entre las calles de Sants y Tenor Massini.
En un auto recogido por Europa Press, el juez tampoco considera probado que el acusado, Sergi Rubia, esa tarde del 28 de mayo de 2014 en las inmediaciones de la carretera de Sants "formase parte de un grupo organizado a fin de levantar barricadas que impidieran la acción policial" de las furgonetas de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra.
La sentencia ha llegado solo un día después de que este martes se celebrase el juicio, en el que el acusado negó haber participado en los altercados; una versión que avalaron testigos en contra del relato de los dos agentes de la Guardia Urbana que lo detuvieron esa noche supuestamente después de que quemase un contenedor.
Los dos agentes que lo detuvieron e hicieron el atestado fueron los únicos testigos presentados por la fiscal y relataron en juicio que Rubia actuaba coordinadamente con un grupo de unas diez o quince personas que se dedicaron a colocar contenedores y que, en concreto, el 'casteller' intentó obstaculizar el paso de los furgones colocando un contenedor en medio de la carretera.
Sin embargo, el magistrado, Ricardo Yáñez, se basa para absolverlo especialmente en las "declaraciones verosímiles y creíbles" de un vecino de Sants que aseguró que Rubia había estado hablando con él en la calle sin que durante ese tiempo arrastrase ningún contenedor, después de que bajase desde su casa porque la mujer de este había llamado la atención del amigo de Rubia por orinar en la calle.
"CONFUSIÓN" EN LA DETENCIÓN
El juez considera que los guardias urbanos pudieron haber confundido a Rubia con algunos de los manifestantes que corrían por un 'barrido' de las furgonetas de antidisturbios "produciéndose una confusión en el momento de la detención", tras la que el joven estuvo 23 días en prisión provisional.
El acusado defendió el martes en juicio que no había quemado contenedor; que no estaba con ningún grupo; que fue a la 'cacerolada' sólo con un amigo y luego se sumó otro joven; que hablaban con este vecino cuando vieron el movimiento de los antidisturbios y la gente escapando, y que antes habían estado en un bar más de una hora tomando algo esperando a que se acabasen los incidentes.
