Cuatro hombres de entre 32 y 55 años han sido detenidos en Granada como integrantes de una banda que se hizo pasar por guardias civiles para simular un registro domiciliario y robar en el interior de una vivienda tras enseñar a su propietaria una supuesta orden judicial.
Los hechos se produjeron el pasado 24 de abril en una casa de la localidad granadina de Atarfe a la que los ladrones accedieron tras mostrar a la dueña una cartera con el emblema metálico de la Guardia Civil y dos folios escritos con una supuesta orden del juzgado para la entrada y registro del domicilio, ha informado hoy el instituto armado en un comunicado.
Sin embargo, no permitieron que la mujer leyera el contenido del documento y la encerraron en la cocina mientas uno de los supuestos agentes la vigilaba y el resto registraba la casa y se apoderaba de tres pantallas de ordenador, tres teléfonos móviles, joyas de oro, una cámara de vídeo y 1.500 euros en efectivo.
Para dar apariencia verosimilitud al registro, detalla la nota, los ladrones precintaron con cinta adhesiva la puerta de bajada al sótano e incluso le dejaron a la mujer una nota de agenda para que el próximo mes de septiembre se presentara en un juzgado de Granada.
Cuando la víctima fue consciente de que había sufrido un robo puso la denuncia en las dependencias de la Guardia Civil de Atarfe, que tras iniciar la investigación, localizó a un testigo que pudo aportar los datos del vehículo en el que se marcharon los delincuentes.
Todos los detenidos son granadinos y tienen antecedentes penales, por lo que la Guardia Civil no descarta que la supuesta orden judicial que exhibieron a la víctima fuera una de las muchas citaciones que han recibido.
El instituto armado recuerda en el comunicado que en circunstancias normales un registro se efectúa en compañía del secretario del juzgado, que es el encargado de ordenar la entrada, y que los guardias civiles de paisano que lo practican visten un chaleco identificativo y disponen del apoyo de una o varias patrullas uniformadas.
Sin embargo, no permitieron que la mujer leyera el contenido del documento y la encerraron en la cocina mientas uno de los supuestos agentes la vigilaba y el resto registraba la casa y se apoderaba de tres pantallas de ordenador, tres teléfonos móviles, joyas de oro, una cámara de vídeo y 1.500 euros en efectivo.
Para dar apariencia verosimilitud al registro, detalla la nota, los ladrones precintaron con cinta adhesiva la puerta de bajada al sótano e incluso le dejaron a la mujer una nota de agenda para que el próximo mes de septiembre se presentara en un juzgado de Granada.
Cuando la víctima fue consciente de que había sufrido un robo puso la denuncia en las dependencias de la Guardia Civil de Atarfe, que tras iniciar la investigación, localizó a un testigo que pudo aportar los datos del vehículo en el que se marcharon los delincuentes.
Todos los detenidos son granadinos y tienen antecedentes penales, por lo que la Guardia Civil no descarta que la supuesta orden judicial que exhibieron a la víctima fuera una de las muchas citaciones que han recibido.
El instituto armado recuerda en el comunicado que en circunstancias normales un registro se efectúa en compañía del secretario del juzgado, que es el encargado de ordenar la entrada, y que los guardias civiles de paisano que lo practican visten un chaleco identificativo y disponen del apoyo de una o varias patrullas uniformadas.
