Rajoy deja claro en Toledo su convencimiento de que el ministro es el mejor aval de la lista del PP
Si alguien tenía alguna duda de cuál va a ser la estrategia del PP en su carrera hacia las elecciones del 25 de mayo ayer en Toledo ha quedado más que clara: ellos llevan al primero de la clase en esto de Europa y están convencidos de tener, por eso, todas las de ganar.
Una estrategia que pasa también, como era de esperar, por vender la autoría de la recuperación económica y contraponer la gestión popular al desastre socialista.
La presentación en Toledo de la candidatura del PP a las europeas fue una oda a Miguel Arias Cañete. Todos se han rendido a su candidato, empezando por Mariano Rajoy. "No sé si a alguien le ha cogido por sorpresa la elección como candidato de Miguel Arias", bromeó el presidente del Gobierno, a quien el propio cabeza de lista le había agradecido antes haber sido "previsible" eligiéndole para este "sueño".
No escatimó Rajoy en piropos: el "más preparado", "respetado y conocido" en Europa -"y eso cuenta", dijo- y el "mejor abogado", en definitiva, "de los intereses de España".
Y lanzó además un dardo envenenado a los socialistas cuando señaló que no querían ver "ni en pintura" el nombre de Cañete en el cartel. En resumen, el presidente quiere que su todavía ministro sea visto, desde ya, como el candidato invencible.
A la vista de sus palabras, tenía claro Rajoy desde hace mucho tiempo que su apuesta para esta carrera iba a ser Cañete, pero no ocultó, ayer tampoco, lo que ha disfrutado manteniendo la incógnita.
Tras la figura de Cañete se va a repetir, una y otra vez, el mismo mensaje, el de la gestión: si se está saliendo de la crisis es gracias al Gobierno del PP y si no se quiere volver a ella mejor no votar al PSOE. No parece pues que Cañete se vaya a olvidar en su campaña de comparar, cuantas veces pueda, la gestión del Gobierno de Rajoy con la de José Luis Rodríguez Zapatero. La herencia socialista centrará buena parte de su discurso, y ya ha empezado a recordarla.
Y de los partidos pequeños, ni hablar. Ya lo dijo el propio candidato, que votarles no tiene "ningún impacto" y prometió no mencionarles más en su campaña.
Miguel Arias Cañete sale de Toledo con la promesa que ya hizo el día que se anunció su candidatura: hará una campaña "pueblo a pueblo", y ha advertido a todos sus compañeros de la lista, incluidos los suplentes, que ya pueden hacer lo mismo si quieren ganar el 25 de mayo. Una tarea que también le toca a Esteban González Pons, vicesecretario general, número dos de la lista y previsible futuro jefe de la delegación española en Bruselas si Arias Cañete se convierte en comisario.
De él -uno de los portavoces más duros durante la etapa de oposición y eterno ministrable en todas las quinielas- destacó ayer Mariano Rajoy su trabajo "generoso" y su "entrega" y le ha reconocido por estar a su lado en momentos "muy complicados".
