ASESINATO

Contrata a un sicario para matar a su amante y lo condenan por 28 años

"Si el día de mañana sucede algo con mi persona, estoy segura de que el único culpable es I.L.H. (...) a causa de su amor obsesivo", dejó escrito la víctima.
 

El Supremo ha condenado a 28 años de cárcel a I.L.H. por encargar a un sicario la muerte de una joven cubana a quien había traído como amante suya a España y cuya vida controló hasta que la mujer trató de abandonarle, intento que desembocó en la muerte de la joven y de un amigo de ella.

La condena se impone, de este modo, también por la muerte del amigo de la joven aunque el reo no encargara su asesinato, pues si bien fue una decisión autónoma de los sicarios, el Supremo considera que la responsabilidad es también del inductor.

Así, la pena total para I.L.H. es de 28 años de prisión (si se suman las dos condenas de 14 años por cada homicidio). La misma pena se impone a un amigo del acusado que le puso en contacto con los autores materiales del crimen, condenados a su vez en otra sentencia.

"La responsabilidad del inductor se extiende a la muerte de otra persona que resultó asesinada al tiempo que se daba cumplimiento al encargo, aunque esa muerte no fuera reclamada, ni derive de un error en el golpe, sino que resulte perpetrada por una decisión autónoma del autor material para facilitar la impunidad del delito encomendado", dice el alto tribunal en su sentencia.

I.L.H. viajaba con frecuencia a Cuba, donde conoció a Yalennys cuando ésta rayaba de mayoría de edad en 1998. Emprendió con ella una relación que atravesó diferentes etapas y que condujo a que la joven viniera a España, primero a Santiago de Compostela y luego a Benicarló (Castellón).

La relación, que se mantuvo al margen del matrimonio de I.L.H., se desarrolló durante años, a lo largo de los cuales el acusado mantenía económicamente a la joven, le proporcionó diferentes bienes y trabajo en una de sus empresas y trajo a su madre y a su hermana (facilitó un matrimonio de conveniencia para esta última).

El reverso de todo ello fue el control que el reo ejercía sobre la vida de la joven y su hermana, que llegó al extremo en 2004, cuando advirtió a la víctima de que sin él no tenía futuro.

"Si el día de mañana sucede algo con mi persona, estoy segura de que el único culpable es I.L.H. (...) a causa de su amor obsesivo", dejó escrito la víctima.

Y ciertamente así sucedió, pues a partir de que le comunicó que le abandonaba, el condenado contactó con otro hombre, también condenado (M.A.M.J.), quien a su vez captó a un sicario para asesinar a Yalennis, la joven víctima, que contaba en ese momento 25 años.

En la noche del 11 al 12 de junio de 2005 las dos hermanas decidieron salir de fiesta y el sicario autor de los hechos (que también ha sido condenado en otra sentencia y que cobró por las muertes al menos 30.000 euros), junto a otras personas no identificadas, aguardó a las jóvenes en su piso.

Sin embargo, ellas sufrieron un accidente de coche cuando regresaban a casa y dos hombres detuvieron su automóvil para ayudarlas.

Yalennis y Juan Manuel Mata, de 23 años, el hombre que se paró en la madrugada de aquella noche junto a un amigo para ayudar a las mujeres, acudieron al domicilio de las hermanas para recoger una documentación relacionada con el problema de tráfico que ellas habían tenido.

Allí les esperaban los sicarios, que los maniataron a una silla después de golpearles, para finalmente ejecutarlos fríamente de un disparo en la cabeza.

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