El coordinador de Seguriber comparece mañana ante el juez por el Madrid Arena

El coordinador de la empresa Seguriber Juan José París Nalda comparecerá mañana en calidad de imputado ante el juez que investiga la muerte de cinco jóvenes en una avalancha humana en el pabellón Madrid Arena el pasado 1 de noviembre.
Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, una de las víctimas de la tragedia, ha indicado que espera 'poco' de la declaración judicial de París Nalda, aunque 'tiene mucho decir'.

Núñez ha subrayado que hay documentación suficiente en el Juzgado para acreditar que Seguriber se encargaba de la seguridad interior y exterior del Madrid Arena, en contra de la tesis que la empresa ha mantenido hasta el momento de que solamente se ocupaba de la seguridad exterior del recinto.

El letrado ha señalado que París Nalda 'mintió descaradamente' en su declaración ante la Policía, cuando afirmó que se encontró a la primera víctima del Madrid Arena al salir del cuarto de cámaras de vigilancia a las cuatro de la madrugada y luego vio a otra niña.

En opinión de Núñez, el coordinador de Seguriber mantuvo ante la Policía que 'no se enteró' de los hechos ocurridos entre las dos y media y las tres y media de la madrugada -las avalanchas, las muertes de las niñas, la asistencia del SAMUR y los traslados a los hospitales- con la intención de presentarse como 'un héroe' y eludir su responsabilidad por no haber tomado medidas para evitar lo sucedido.

El representante legal de la familia de Belén Langdon ha afirmado que están claras las responsabilidades de la empresa organizadora del evento, Diviertt, así como de Madrid Espacios y Congresos y de Seguriber, que debieron haber suspendido la fiesta cuando vieron que había 20.000 personas en lugar de 9.000 en el control de entradas.

Una vez en marcha el evento, en vez de abrir el portón de emergencias, tendrían que haber cerrado las puertas y sacar gente de la pista central, ha agregado.

Por su parte, María José Siñeriz, abogada de la familia de Cristina Arce, otra de las víctimas de la tragedia, se ha mostrado a la expectativa de la declaración judicial de París Nalda, aunque ha remarcado que espera una información 'coherente'.

Siñeriz ha expresado su confianza en que el coordinador de Seguriber aclare las contradicciones en las que incurrió en su declaración ante la Policía y en un informe que realizó sobre los hechos.

También ha resaltado que Seguriber tiene responsabilidades en la seguridad interior y exterior del Madrid Arena y en el control de la entrada, como sostuvo en sede judicial el exdirector gerente de Madrid Espacios y Congresos Jorge Rodrigo Domínguez.

En su declaración ante la Policía, París Nalda dijo que ocupaba el puesto de coordinador de los equipos de vigilantes de seguridad que cubrían el exterior del pabellón Madrid Arena.

París Nalda explicó que, sobre las cuatro de la madrugada, junto con su compañero Raúl Monteverde, se dirigió hacia el interior del pabellón por una escalera interior restringida al público que da acceso a la sala de cámaras de seguridad.

En su relato ante la Policía, aseguró que, aunque Seguriber se encargaba de la seguridad exterior, había cinco puestos de seguridad desempeñados por empleados de Seguriber en el interior del recinto (las tres vías de evacuación del centro, la sala de cámaras y el acceso de mercancías por el portón de la cota cero).

Sostuvo que cuando se encontraban en la sala de cámaras vieron cómo se abría una de las puertas e intentaban entrar varias personas.

Al salir de la sala, París Nalda manifestó que vio a una joven en el suelo, inconsciente, que estaba siendo atendida por un varón joven, que le dijo 'ayudadme, no respira', sin notar 'nada extraño en las personas que transitaban por allí, que seguían hablando y andando con normalidad con si nada ocurriera'.

En ese momento, París Nalda, Monteverde y el chico llevaron a la joven hacia el servicio médico del pabellón, donde fue atendida por los profesionales dependientes de la empresa organizadora del evento.

Una vez allí, París Nalda y Monteverde se separaron, dado que Monteverde escuchó voces por la izquierda y París Nalda escuchó por su emisora que había otra chica que podría tener problemas en la zona contraria a la que se dirigió su compañero.

París Nalda expuso a la Policía que subió un piso, hasta el pasillo situado sobre la sala de cámaras, que a su vez es una de las vías habilitadas para la evacuación del local en caso de necesidad, donde vio a cuatro o cinco hombres con chalecos reflectantes de color amarillo llevando en volandas a una joven a la que intentaron atender en el pasillo.

Detalló que su compañero Monteverde se dirigió a la planta baja del pabellón para abrir los portones de acceso para facilitar la posible llegada de los servicios sanitarios.

Precisó que poco después llamó por teléfono a Rafael Pastor, exdirector de seguridad de Madrid Espacios y Congresos, para informarle de lo que estaba ocurriendo.

Durante el tiempo que permaneció en el interior del pabellón, aseveró que no notó actitudes extrañas entre los usuarios que pudieran hacerle pensar que ocurría incidente alguno, a excepción de las mujeres a las que vio que se atendía y que se encontraban inconscientes.

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